
Juan Carlos Navarro, manager general del Barça de basket
Las claves de la crisis del Barça de basket que pone a Juan Carlos Navarro contra las cuerdas
Joan Laporta pide soluciones para construir un nuevo proyecto ganador en el Palau Blaugrana
Más información: Peñarroya pierde los papeles y el Barça naufraga en la Euroliga
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Joan Laporta siempre ha sido muy futbolero y se emociona cuando habla de Johan Cruyff y Pep Guardiola. El Camp Nou es su segunda casa. En el Palau Blaugrana, en cambio, no se encuentra tan cómodo. En sus dos etapas como presidente del Barça, ha tenido muchos problemas con la sección de basket: Los despidos de Pesic, Mirotic y Jasikevicius, entre otros, han sido muy criticados por la afición barcelonista, molesta ahora con la enésima crisis de un equipo muy mal construido.
El Barça de basket, una vez más, está en crisis. En verano de 2023, Laporta desmontó un equipo que había ganado la Liga ACB tras arrollar al Real Madrid en la final (3-0). De un plumazo se cargó a Jasikevicius, Higgins y Mirotic, y comenzaron los problemas.
Laporta argumentó que el Barça sentenció a Jasikevicius, Higgins y Mirotic porque sus salarios costaban 18 millones de euros al club. Semanas después, curiosamente, el club pagó más de un millón de euros al Joventut y al Unicaja por Joel Parra y Darío Brizuela, dos actores más secundarios. Muchas más han sido las decisiones erráticas, desde junio de 2023, que castigan al máximo dirigente y ponen a Juan Carlos Navarro, manager general, con la soga al cuello.

Jasikevicius da indicaciones a sus jugadores contra el Barça de basket EFE

Mirotic celebra unos puntos anotados en un partido del Barça de Jasikevicius FCB
Navarro, cuestionado
Juan Carlos Navarro es uno de los grandes mitos del Barça de basket. Era un escolta letal, un jugador que se crecía en los momentos más delicados. Fue muy querido en el Palau. Como máximo ejecutivo de la sección, en cambio, comete muchos más errores que aciertos. No tiene un plan y se mueve por impulsos.

Navarro y Cubells presentan a Peñarroya como el nuevo entrenador del Barça de basket FCB
En verano de 2023, Navarro tenía atado el fichaje de Kevin Punter, pero el escolta estadounidense optó por renovar su contrato con el Partizán. Necesitaba el Barça una estrella para apagar el fuego desatado con la marcha de Mirotic y la solución final fue Willy Hernangómez. Curiosamente, un pívot.
Willy, el peor negocio
El Barça pagó el gusto y las ganas por Willy. El pívot madrileño firmó un contrato por tres temporadas a cambio de 12,5 millones de euros. El Real Madrid, que tenía sus derechos en España, no igualó la oferta.

Willy Hernangómez atrapa un rebote en el Barça de basket-Maccabi de Tel Aviv EFE
Willy fichó por el Barça y pronto chocó con Roger Grimau, su primer entrenador en el Palau, por su pasividad defensiva. Tampoco Joan Peñarroya, el actual técnico, está contento con él. Hernangómez es solvente en ataque, pero su indolencia desespera a todo el mundo.
Grimau y Peñarroya
Grimau fue la apuesta de Navarro y Laporta para sustituir a Jasikevicius, uno de los mejores entrenadores de Europa. El técnico de Sants --con un salario de 500.000 euros-- no tenía experiencia en la élite, pero apostó por un baloncesto ofensivo que gustaba a los aficionados. A Grimau le faltó carácter para gestionar una plantilla con muchos egos.

Roger Grimau, Darío Brizuela y Willy Hernangómez

Joan Peñarroya se lleva las manos a la cabeza en la derrota contra el Olympiacos EFE
Peñarroya, un técnico de perfil medio, fue el sustituto de Grimau. El de Terrassa triunfó en Burgos, pero fue despedido del Baskonia. El Barça no ha mejorado su intensidad defensiva y el equipo suma 24 victorias y 22 derrotas. Peñarroya sabe que tiene los días contados.
Plantillas mal confeccionadas
El Barça tiene jugadores con mucha clase. Nadie cuestiona la calidad de Punter, Parker y Metu. El escolta y los ala-pívots son muy creativos y una buena garantía en ataque. Suman muchos puntos. El problema es que son muy blandos en defensa.

Chimezie Metu durante el Barça de basket-Joventut de Badalona EFE
“El Barça actual es un equipo anárquico, caótico. Casi nadie defiende”, sostienen en el Palau. El capitán, Álex Abrines, ya lo denunció públicamente: "No estamos dando la cara ni somos capaces de entender lo qué significa este escudo. Es ridículo tras ridículo".
Futuro incierto
Laporta quiere soluciones. Está preocupado, además, porque no se consolida ningún jugador formado en las categorías inferiores desde hace más de un década. Desde Víctor Sada. Solo Dame Sarr, un actor muy secundario, milita en la plantilla del primer equipo. Arturas Butajevas, alero lituano, pide paso, pero el presidente del Barça quiere un cambio radical y un reto pendiente que deberá resolver Xavier O'Callaghan, nuevo director de deportes profesionales.