
Los jugadores del Barça celebran el doblete de Raphinha en la final de la Supercopa contra el Real Madrid FCB
El primer título de la era Flick: el Barça destroza al Real Madrid con una ‘manita’ histórica en Arabia Saudí
El equipo azulgrana remonta el gol inicial de Mbappé y supera al eterno rival con otra exhibición de fútbol directo
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El Barça es un club indescifrable. La entidad parecía desmoronarse hace cinco días, pero la cautelar del CSD para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor anticipó una semana grande. En la final de la Supercopa, el equipo azulgrana destrozó otra vez al Real Madrid, con un Lamine descarado y un Raphinha inmenso. Hansi Flick ya ha ganado su primer título como técnico barcelonista y Joan Laporta sueña a lo grande tras otra manita histórica al gran rival.
La semana comenzó con la oposición en pie de guerra y un voto de censura desactivado por los pelos, continuó con Laporta desbocado y terminó con un título muy celebrado por el presidente del Barça. En tiempos de crisis, la Supercopa no es moco de pavo y mucho menos si la victoria es ante el Real Madrid, la gran bestia negra de los barcelonistas en los últimos tres años. En la actual campaña, no obstante, el Barcelona ha ganado los dos duelos, con nueve goles a favor y dos en contra.
La suplencia de Iñaki Peña
Iñaki Peña paga muy caro su retraso en Arabia Saudí. Fue suplente contra el Athletic y, también, en la final contra el Real Madrid. Szczesny tuvo su tercera oportunidad como portero del Barça el día que Hansi Flick también apostó por Gavi en detrimento de Dani Olmo. Optó por el carácter y la intensidad del centrocampista canario antes que por la clase del mediapunta de Terrassa.

Kylian Mbappé celebra su gol al Barça en la final de la Supercopa de España EFE
El Barça arrancó el partido a toda mecha, presionando arriba y obligando a Courtois a frustrar dos remates de Lamine Yamal y Raphinha en los primeros cinco minutos. Salvado por el portero belga, el Real Madrid golpeó en la primera contra con una acción individual de Mbappé que pilló desprevenida a la defensa azulgrana.
Un Madrid defensivo
El temprano gol de Mbappé condicionó al Barça. El equipo de Flick tuvo la pelota y el Real Madrid le negó los espacios, con dos líneas defensivas muy apretadas. Ancelotti creía tenerlo todo atado, pero, posiblemente, no contó con la magia de Lamine, quien resolvió una jugada individual con un toque muy sutil que batió a Courtois.

Lamine Yamal, tras marcar el primer gol del Barça al Real Madrid EFE
El Barça había neutralizado el gol inicial, pero lamentó la lesión muscular de Iñigo Martínez, sustituido por un Araujo que parece tener la cabeza ya en Turín. En un duelo trepidante, Lamine Yamal era una pesadilla constante para Camavinga, pero el segundo gol llegó tras una absurda patada del defensa francés a Gavi dentro del área madridista. Lewandowski, de penalti, marcó el segundo tanto barcelonista.
Raphinha, el tercero
Desbocado, el Barça quería más. Quedó aturdido el Real Madrid, errático en la defensa de un largo desplazamiento de Koundé que cabeceó magistralmente Raphinha en los mejores momentos del equipo de Flick desde el 0-4 del Bernabéu, adornados con el cuarto gol de Balde en el último suspiro del primer tiempo.

Raphinha, de cabeza, marca el tercer gol del Barça EFE
Ancelotti movió pieza en el descanso y dio entrada a Ceballos por Camavinga. No le queda más remedio que jugársela. El invento, sin embargo, se desmoronó en el segundo minuto, tras otra contra barcelonista perfectamente culminada por Raphinha.
La expulsión
El Madrid, con todo perdido, apeló entonces al orgullo y vio un poco de luz con el derribo de Szczesny a Mbappé que terminó con la expulsión del portero polaco. Flick dio entrada a Iñaki Peña y Dani Olmo por Gavi y Lamine Yamal. Rodrygo, además, marcó la falta e Iñaki Peña tocó la pelota por primera vez para recogerla dentro de su portería.
Quiso pero no pudo inquietar el Real Madrid al Barça, firme en defensa, generoso en el esfuerzo. En Arabia no hubo gesta madridista. El equipo de Flick fue mucho mejor y ganó la Supercopa con otra exhibición. Laporta y los culés esperan que sea el inicio de otra era exitosa.