Laporta y Toni Freixa, una historia de pasión, odio y reconciliación
Más de dos décadas de relación han comprendido etapas de todo tipo, desde la amistad hasta el odio acérrimo y la guerra judicial
Fuego cruzado: el caso Olmo desata la última enganchada entre Tebas y Toni Freixa
Noticias relacionadas
- El caso Olmo desata la última enganchada entre Tebas y Toni Freixa: fuego cruzado
- Toni Freixa aparca sus tensiones con Laporta y acude al rescate del presidente del Barça
- El gran problema de Laporta con las dimisiones: no permite a sus profesionales ejercer el trabajo que les fue asignado
- El Real Madrid usa unas palabras de Toni Freixa para atacar al Barça en el 'caso Negreira'
- Jordi Farré frena la moción de censura a Laporta y su junta directiva
En el entorno del FC Barcelona, la realidad fluctúa de un año a otro. Si el culé pestañea, se puede perder un sinfín de batallas y proezas en los despachos, a la par que los terrenos de juego. Más aún en la junta directiva que encabeza Joan Laporta. 22 años han transcurrido desde que el abogado catalán asumió la presidencia del Barça en 2003. La mitad de los tripulantes que lo acompañaron en aquella aventura saltaron del barco.
Directivos como Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, con quienes Jan se enemistó durante más de una década, en un principio unieron fuerzas bajo la misma junta. Toni Freixa, otra cara visible del entorno Barça empezó su andadura en la entidad barcelonista de la mano de Laporta como asesor jurídico hasta su salida en 2005 por "falta de afinidad con el proyecto actual". Desde entonces, el distanciamiento progresivo degeneró en un odio mutuo que, por arte de magia, se ha desvanecido en el último año. Las salvajes críticas del pasado en la actualidad son elogios.
Recomendado por Echevarría
Alejandro Echevarría, alias el cuñadísimo, unió a ambos letrados en el Camp Nou en 2003. El directivo recomendó a Freixa, con quien trabajaba en su despacho profesional de abogados, como asesor del secretario de la junta, Xavi Cambra, quien no ejercía como tal y carecía de nociones jurídicas. Aun así, Toni no se desempeñó como directivo bajo el mandato de Laporta.
La relación con el excuñado de Laporta terminó como el rosario de la aurora, en los tribunales. Echevarría demandó a Freixa en reclamación de 26.000 euros de la facturación de su despacho de abogados. Finalmente, no solo salió perdiendo el demandante en 2011, con una sentencia desfavorable del juzgado de primera instancia número 3 de Barcelona, sino que también tuvo que costear íntegramente el proceso judicial.
Lluvia de dimisiones
Como Alejandro, Jan también se enemistó con Freixa, abogado de la junta directiva entre 2003 y 2005, además de miembro de la comisión disciplinaria del club. Precisamente, las divergencias con Echevarría precipitaron el divorcio con Laporta y la dimisión del especialista jurídico en mayo de 2005 por "falta de afinidad con el proyecto actual". En resumidas cuentas, una renuncia fruto del desgaste de la relación con el presidente.
Días más tarde, los directivos Rosell, Bartomeu, Jordi Monés y Jordi Moix saltaron del barco. Javier Faus tomó la misma decisión al cabo de unas semanas. Paralelismos con la actualidad, pese a la distancia de dos décadas. Curiosamente, a finales del mismo año el cuñadísimo tuvo que seguir el mismo camino, obligado a poner el cargo de directivo a disposición tras demostrarse su vinculación a la Fundación Franco como patrono.
Declaración de guerra
Milagrosamente, Laporta consiguió resistir una moción de censura con el 60,6% de socios (23.870 votos) en contra del máximo dirigente, puesto que los estatutos estipulaban el 66,6% como requisito. También tuvo que sobreponerse a la fuga en bloque de ocho directivos. Pese a las dificultades, los acontecimientos sobre el campo le sonrieron, con la conquista de un sextete de títulos único e irrepetible hasta la fecha.
Una vez agotado su segundo mandato, el máximo posible permitido por las normativa de la institución, Sandro Rosell ejerció el relevo en 2010 y se impuso con autoridad en los comicios con el 61,5% de los votos. Nada más aterrizar en el cargo, con Toni en las funciones de secretario de la junta y portavoz del FC Barcelona, la Asamblea de socios compromisarios, dirigida por el propio Freixa, acordó emprender una acción de responsabilidad civil contra Jan y el resto de directivos predecesores.
El tropiezo 'fortuito'
El abogado catalán replicó aquella declaración de guerra con una querella criminal contra Rosell y su junta por presuntas "injurias, calumnias, atentado a la imagen y al honor, falsedad documental y falsificación en documento mercantil y maniobras para alterar el precio de las cosas".
En medio de aquel cisma, Laporta se cruzó con Freixa en plenas calles de Barcelona, durante la grabación de una entrevista. Ambos tropezaron frontalmente y Jan pidió perdón. Con esto, el portavoz de la directiva de Sandro se giró molesto y Laporta terminó el corto diálogo con un "bueno, noi". Por aquel entonces, había tanta tensión en el ambiente que podía cortarse con un cuchillo. Nunca quedará claro si el tropiezo fue fortuito o una zancadilla por parte de Laporta, pero el rencor del exmandatario era una evidencia irrefutable.
En aquellas mismas fechas, Laporta también se enzarzó con Jordi Calsamiglia, coordinador del área jurídica del Barça, cuyo despacho se ubicaba en el mismo edificio que el bufete Laporta & Arbós Advocats Associats. La tensión escaló por momentos tras abordar Jan a su interlocutor, uno de los impulsores de la acción de responsabilidad, hasta que el expresidente le propinó un tortazo después de recriminarle su proceder en la Asamblea.
Candidato en 2015 y 2021
Finalmente, en 2014, Rosell tuvo que dimitir tras el estallido del primer caso Neymar. El vicepresidente Bartomeu asumió la presidencia en funciones y, si bien no pudo relevar a Freixa del cargo de directivo --los estatutos lo prohíben--, sí que le retiró sus funciones de secretario y portavoz hasta la convocatoria de elecciones en 2015. Aquella marginación procedía de los constantes choques con el propio Bartomeu y el vicepresidente económico Javier Faus.
Freixa optó por presentar su propia precandidatura en los comicios de 2015, obtuvo 3.068 avales y pasó el primer corte, pero solo consiguió 1.750 votos ya como candidato (4,7%). Bartomeu, arrasó con 25.823 socios a su favor (54,63%). Ambos presentaron proyectos continuistas, aunque el primero había conformado una estructura de profesionales íntegramente nueva.
Nueva derrota electoral
En plena campaña electoral de 2021, después de dimitir Bartomeu ante la amenaza de moción de censura, Laporta volvió al ruedo. El abogado catalán ya había salido vencedor en 2017 del litigio contra la junta de Rosell y miles de barcelonistas nostálgicos pedían a gritos su regreso. En el otro lado de la trama, el antagonista Toni Freixa, que repitió participación en los comicios con 2.821 firmas y una clara derrota con el 8,58% de los votos (4.769 socios).
En aquella carrera electoral, Freixa presentó una imagen rupturista con el pasado, metiendo a Jan en el mismo saco que otros predecesores. En un debate organizado por TV3, lo señaló como uno de los responsables del endeudamiento de la entidad en el siglo XXI: "El reto del próximo presidente tiene que ser que no ocurra lo que ha pasado en los anteriores finales de mandato, como en 2003 y 2010, con altos niveles de endeudamiento".
Segundo encontronazo
Como en el pasado --y en el futuro-- el Laporta irreverente apareció en escena durante una entrevista de varios periodistas a Toni Freixa, en marzo de 2021. Se trata del segundo encontronazo captado por las cámaras. Mientras el segundo atendía a varios micrófonos, en un segundo plano Jan hacía el gesto de las tijeras, es decir, pidió que cortaran al entrevistado. Laporta también debía pasar por la ronda de preguntas a pie de calle posteriormente.
Su rival y archienemigo no se tomó nada bien el gesto, e intentó sacar provecho electoral de las imágenes en Twitter: "Sólo quien se sabe protegido por los medios de comunicación puede atreverse a esta falta de respeto. Los socios hablarán en las urnas".
Reconciliación
Aquella derrota electoral implicó que Freixa enterrara el hacha de guerra. En una actitud más conciliadora, elogió vía Twitter el nombramiento de Elena Fort como portavoz de la nueva junta directiva: "Todo un acierto el nombramiento de Elena Fort como portavoz del club. Hará una gran labor y le será reconocida por todo el mundo, estoy convencido".
Desde entonces, consciente de su papel antagonista, Freixa limpió su imagen y cesó el bombardeo sobre su exenemigo. El acercamiento público se ha intensificado en las últimas fechas, cuando la aparición del caso Negreira y los últimos desencuentros con la Liga por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor han unido al barcelonismo.
Hasta Rosell protagonizó una imagen surrealista con un abrazo con el president para la gala del 125 aniversario, meses después de acusar a Laporta de haberlo echado a los leones en el caso que le supuso dos años de prisión provisional.
De ataques a elogios
Se desconocen los motivos reales del acercamiento real de Freixa a Laporta, aunque ambos compartieron amistad en un pasado con Echevarría, uno más en la sombra de la comisión deportiva y hombre de confianza de Jan. No será por oportunidades que le han brindado a Toni periodistas como Juanma Castaño, no sospechoso de ser afín al barcelonismo, para despacharse contra el actual presidente.
"Laporta ha estado francamente bien. Ha hecho lo que haría cualquier en su lugar. Todos sabemos que la situación económica del Barça no es buena ni ha podido fichar a los jugadores que quería, como Nico Williams, con quien hubo negociaciones, pero el jugador que hemos fichado es Dani Olmo, con una irrupción de estrella en la Liga. Hay que sacar pecho de lo que tienes", aseguró Freixa en una entrevista emitida por El Partidazo de la Cope.
🏆 @tonifreixa sobre la final del domingo
— El Partidazo de COPE (@partidazocope) January 9, 2025
✅ "Espero que suceda que el @FCBarcelona gane el domingo"
😂 "Cómo marque Dani Olmo en la final, del corte de mangas que hago se me cae el brazo"
📻 #PartidazoCOPE pic.twitter.com/Vrr9l7xxpb
Más recientemente, en pleno cisma con la patronal por la cautelarísima que ha concedido el Consejo Superior de Deportes (CSD), Freixa defendió en conversación con el mismo periodista la celebración desmedida de Laporta: "Es el mismo corte de mangas que hicimos todos los culés, cada uno en nuestras casas. ¿Cómo lo voy a condenar?". El sentimiento culé ha pesado más que cualquier discensión para remar en la misma dirección. La reconciliación de Toni Freixa y Joan Laporta es un hecho. Los ataques del pasado ahora son elogios cargados de honestidad.