“Al Real Madrid cuando gana como nosotros en Villarreal se dice que compiten de maravilla y saben luchar hasta el final, pero si es el Barça es cuestión de flor”. Esta fue la reflexión interna que hizo Xavi Hernández a su staff una hora después de ganar (1-3) en el estadio de La Cerámica. Un poco antes, en rueda de prensa, fue más comedido, llegando incluso a abrir los brazos al factor suerte: “bienvenida sea la flor si sirve para sumar”.

Lo cierto es que razón no le falta a Xavi para estar con la mosca tras la oreja. El Real Madrid ha ganado sus dos últimos partidos de LaLiga, Sevilla y Athletic, a golpe de corneta, con un Courtois en plan muralla y los postes ayudando en todo. Pero todo esto, la caverna mediática lo traduce en gen competitivo, mientras que si el protagonista es el Barcelona, y ahora más con Xavi al frente, todo se resume en flor.

Si es así, habrá que reconocerle a Xavi unas dotes de jardinero que para sí hubiera querido Peter Sellers en Bienvenido mister Chance. Sumar 14 partidos invicto, su última derrota se remonta al 29 de abril, o acumular más de 600 días sin perder en los campeonatos domésticos parece más cuestión de trabajo y esfuerzo que sólo suerte.

Ahora mismo la sensación que tiene el barcelonismo es que Ronald Koeman se acomodaba mucho más al marco mental madridista. Al técnico holandés nunca se le señaló por su flor, sino que en algunos medios de la capital hasta se ensalzaba su gestión del vestuario y se aplaudía sus ruedas de prensa derrotistas ( el ‘esto es lo que hay’ se ha quedado ya en el disco duro futbolístico, como "los mismos cabrones de Toshack" o "en el Camp Nou no podemos" ganar de Schuster).

Pero ha sido llegar Xavi y ha empezado una guerra cruenta, con la misma intensidad que soportaron en su día Pep Guardiola o Luis Enrique. Se criticó airadamente sus normas, se le recriminó que hablara de valores, se le llegó a señalar como clasista por hablar del ADN blaugrana, se menospreció su trabajo tras el empate ante el Benfica y ahora, que el Barça gana su primer partido a domicilio en LaLiga, resulta que todo es producto, única y exclusivamente, de la flor.

Pues nada, Xavi lo tiene fácil. Que coja su flor, el ramo o todo el jardín, si hace falta, y que aproveche para comprarse un décimo de lotería o toda la serie de un número, aprovechando estas fechas tan propicias. Seguro que cualquier aportación económica para traer a Ferrán Torres al Barcelona será bienvenida por parte de Laporta y Reverter.