Las semifinales están más cerca, el sueño del triplete cada vez es más real. En Old Trafford se vio a un Barça camaleónico, capaz de adaptarse a cualquier circunstancia del partido, incluso cuando dejaron KO a Leo Messi con un codazo que nos dolió a todos.

El United tampoco estuvo mal, lo intentó pero prácticamente todo el peligro que generó llegó por los errores en la salida del balón azulgrana. Más allá de estos fallos, vi a un Barça muy serio que con oficio y varias alternativas en su juego fue capaz de dominar en todo momento a un United demasiado inocente.

Se agradece la valentía de Solskjaer pero os aseguro que no hubiéramos visto el mismo partido con Mourinho en el banquillo de los red devils. El portugués hubiera aparcado el autobús y el Barça hubiera tenido muchos más problemas para generar peligro. Con tiempo y ya desde la distancia me imagino al bueno de José viendo el partido de ayer y dibujando una sonrisa con el triunfo culé. Mourinho celebró el triunfo azulgrana, sabe con certeza que con él en el banquillo la historia hubiera sido otra.

Luis Suárez y sus razones para renovar   

Aunque la UEFA diga lo contrario, es injusto quitarle el mérito del gol del Barça en Old Trafford a Luis Suárez

La Champions es el talón de Aquiles del uruguayo pero en el teatro de los sueños demostró que en este tipo de escenarios asciende a otra dimensión. Lo decía en la previa Piqué: "Hay muchos jugadores que cuando están contigo son indispensables y luego, como rivales, los odias. Suárez es uno de ellos, Suárez es acojonante ".

Totalmente de acuerdo con Piqué. La  incidencia de Suárez en el juego va más allá de los goles y las asistencias, aporta muchas cosas y es una pieza fundamental.

Con él mucho mejor que con otro, lejos quedan ya sus malas rachas y los 23 goles en 43 partidos son unos números buenísimos para hacerle una mejora de contrato. Pero queremos más Luisito, todavía falta lo más difícil. Gánatelo hasta el final.  

Las groserías de un Atlético segundón

La poca cabeza de Diego Costa encarriló el triunfo azulgrana ante el Atlético de Madrid. El delantero hispano-brasileño no estuvo a la altura del partido. Comenzó con un codazo a Lenglet que quedó impune y luego se le calentó la boca en un error impropio de un jugador de este nivel. Tampoco estuvo demasiado elegante Koke, desprestigiando el triunfo del Barça y quejándose de que siempre pasan cosas raras en el Camp Nou.

Supongo que lo dijo para el año que ganaron la Liga, en 2014. En aquel partido se le anuló un gol a Messi que era totalmente legal. El Atlético de Madrid ganó la Liga y el Camp Nou los ovacionó sin reprochar nada al arbitraje.

Que lloren, el sábado se hizo justicia y ya es cuestión de días que el título sea matemático. Una vez más, la Liga será para Messi, la décima que conseguirá con la camiseta azulgrana. Pasan los años, caen los títulos y el crack se sigue superando de manera prodigiosa.