La autocrítica siempre cuesta hacer. Pero una cosa es omitirla y la otra generar una idea contraria fundamentada en falsedades. Eso es lo que habría hecho el Barcelona, según publicó ayer la Ser, hablando mal de aquellos que les interesaba y creando opinión pública favorable a sus intereses. El escándalo al que se enfrenta la directiva no tiene precedentes, de momento un comunicado pero ni rastro de si denuncian o no. Más allá de la repercusión que puedan tener, el prestigio y los condicionantes que puedan marcar una continuidad más allá de las elecciones... Hay un tema de fondo: Leo Messi.

Sabemos que los precedentes. A Messi le hervió la sangre y cargó contra Abidal a través de un story de Instagram. Ahora, las publicaciones son contrarias a él y todavía peor, a su mujer Antonella. Sabemos lo celoso que es de su intimidad e incluso el mal carácter, hasta un límite razonable, que se pueden gastar en este tipo de situaciones. Y un detalle CON importancia: Messi puede salir totalmente libre de cláusula este verano. 

Cuando vimos su cara de frustración la temporada pasada perdiendo, otra vez, una Champions que no llegaba ni a su final, muchos dijimos "no se lo merece". Pero su cara, pagaba. Y ahora que la división entre directiva y ciertos pesos pesantes es evidente, va siendo hora de prevenir antes que curar. Porque un desastre así, no lo arreglaría ni el doblete que todavía queda.