El mejor remedio contra la enfermedad del barcelonismo se llama Leo Messi. Lo apuntábamos antes de que se jugase el partido, y todo parece indicar que si el Barça recupera su mejor versión y vuelve a mostrarse autoritario ante sus rivales, poco a poco se irá disipando la crispación en torno a una junta directiva que paga, de momento en forma de pitos, siderales errores de planificación. 

Concretamente fueron pitos, pañuelos blancos al vuelo y gritos de "Bartomeu dimisión" los elementos que utilizó una parte de la afición para mostrar su descontento con la junta directiva que preside Josep María Bartomeu. La hinchada se manifestó en cuatro ocasiones durante el encuentro: la primera y más sonora, justo antes de empezar. Dos veces más al principio del primer tiempo y una última al poco de comenzar la segunda parte. 

Leo Messi celebra uno de sus goles al Eibar / EFE

Leo Messi celebra uno de sus goles al Eibar / EFE

Leo Messi celebra uno de sus goles al Eibar / EFE

Messi aprovechó Carnaval para disfrazarse de bombero y utilizó un aluvión de goles para apagar el enésimo incendio de la temporada. Las llamas rara vez se resisten a la opulencia del astro argentino, que también puso fin a una breve sequía particular de cuatro partidos sin marcar. Un hecho que no se producía desde la etapa del Tata Martino

El capitán y líder del vestuario echó un cable a Bartomeu, a pesar de que muchos dicen que se llevan mal o que está en su contra. Pese a las habladurías, la relación sigue funcionando y Messi, capaz de criticar a dirigentes como Javier Faus o Abidal, nunca ha dicho nada negativo contra el presidente del Barça. 

Bartomeu sonríe en el Camp Nou con una pancarta detrás que pide su dimisión / EFE

Bartomeu sonríe en el Camp Nou con una pancarta detrás que pide su dimisión / EFE

Bartomeu sonríe en el Camp Nou con una pancarta detrás que pide su dimisión / EFE

Mientras Bartomeu goce del favor de Messi, puede respirar aliviado. Y lo curioso es que el genio rosarino suele aparecer al rescate del dirigente cuando peor están las cosas. Lo hizo en 2015, con un triplete que le llevó a una victoria contundente tras la convocatoria de elecciones anticipadas y lo hizo este sábado contra el Eibar tras el "raro", en palabras del 10, escándalo de las redes sociales. 

Bartomeu y su sonrisa imperturbable siguen adelante. Su hombre de confianza, Jaume Masferrer, queda tocado tras ser suspendido de funciones hasta que se resuelva el asunto. Y la semana que viene, nueva reunión de junta para comunicar decisiones. Ni por asomo se contempla la dimisión de Bartomeu, mientras que la anticipación de elecciones se antoja harto improbable.

Contra los pitos, goles de Messi.