El deporte de elite tiene una resonancia brutal en la sociedad. Nada mejor que un mensaje de una celebridad para concienciar a la población sobre una enfermedad o problemática. La lucha contra el SIDA, entonces letal, tuvo una dimensión global el día (7 de noviembre de 1991) que Earvin Magic Johnson anunció que era portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Casi tres décadas después, la lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) se ha hecho popular tras el anuncio de Juan Carlos Unzué, exfutbolista y exentrenador con una larga trayectoria en España, ayudante de Frank Rijkaard, Pep Guardiola y Luis Enrique (tres técnicos de éxito) en el Barça.

La ELA, hoy, es una enfermedad degenerativa incurable que mata a tres personas diarias en España. Y cada día se diagnostican otros tres casos (actualmente la cifra es de 4.000 en nuestro país). Hasta ahora sabíamos que había golpeado a dos futbolistas: el italiano Stefano Borgonovo y el holandés Fernando Ricksen. También teníamos constancia de que causó la muerte de Maria Rosa Carnicer, la madre de Sergi Roberto. Y muchas personas tenemos constancia de algún caso próximo. De algún desenlace fatal.

La comparecencia de Unzué en las instalaciones del Barça fue emotiva y modélica, acompañado por antiguos compañeros como Gerard Piqué, Sergio Busquets, Jordi Alba y Carles Puyol. También le acompañaron Bartomeu y Quique Setién, presidente y entrenador. Una vez más, el club ha estado a la altura de su grandeza, de su historia, aparcando cualquier debate deportivo y volcándose con uno de los suyos.

El anuncio de la enfermedad también ha tenido un gran impacto en los medios de comunicación y las redes sociales de toda España. El ex entrenador del Numancia, Celta y Girona sabe que su comparecencia ayudará a visualizar una enfermedad cruel y ha optado por transmitir un mensaje de esperanza, un canto a la vida. Ha controlado perfectamente las emociones y se implicará en la investigación médica para paliar o curar sus efectos.

Unzué comenzó su lucha contra la ELA hace unos meses. Ya ha avisado que no piensa rendirse ni darle la espalda. Nunca ha sido así. Unzué, apasionado del fútbol y del ciclismo, siempre va de cara, como bien sabe Neymar. En la última temporada de ambos en el Barça, el entonces ayudante de Luis Enrique le dijo al delantero brasileño que iba por el mal camino, comparando su declive con el que años antes sufrió Ronaldinho. Juan Carlos acertó de pleno.

Casi siempre en un segundo plano, Unzué tiene una sintonía especial con Luis Enrique. Ambos han compartido la gloria, pero también momentos personales muy dolorosos. Ahora le toca luchar, a contracorriente, por la vida. No lo hará solo y su lucha servirá para sensibilizar aún más a millones de personas.