Viendo el último centro del campo con Sergio, Riqui e Ilaix Moriba parece que vuelve a salir a la luz La Masia, con el permiso de De Jong de central que sigue presentando dudas para muchos. Pero esta es la prioridad de Koeman: la Copa y la Champions, y todavía más esta última.

La Liga parece estar más perdida que otra cosa y ganar otros títulos es la forma más efectiva de dar un golpe encima de la mesa y achantar a los críticos, que seguiremos existiendo pese a quién le pese. Ahora bien, la estrategia del holandés Made in Masia debe ser uno de los temas a reflexionar para la nueva junta directiva que salga de las elecciones azulgranas. Y de aquí, el mar de dudas sembrado en los últimos días. Mientras la pelota sigue rodando, hecho de menos discursos de los candidatos, debates y profundizar más en el ahora del primer equipo.

Este final de campaña se hace largo, pesado, pero sobretodo parece vislumbrar una reflexión clara: ninguno de los tres candidatos hace suficientes méritos para ganar la confianza del socio. Y de ellos, quién ha ido sorprendiendo en los últimos días para mal es Joan Laporta. Sabe que lo tiene todo de cara y, a veces, una buena estrategia para un líder es la de callar y que todo siga igual. Pero no se entiende que sea el menos participativo públicamente mientras se va gastando e incrementando anuncios sin parar. Hace falta confrontar ideas, debatir y, sobre todo, transparencia. Porque como decían viejas glorias: "Al soci no se'l pot enganyar".