El Barça perdió con el Real Madrid la oportunidad de reafirmar su candidatura al título de Liga. Por juego mereció el empate, que le habría servido para seguir pensando que el campeonato estaba en sus manos, que dependía de él exclusivamente. La derrota, no obstante, le quita esa opción, pero le deja a un punto del Madrid, situación que a finales de octubre pasado era impensable y que, entre otras cosas, causó una moción de censura y la dimisión de Josep María Bartomeu. Para esas fechas, el Barça ocupaba el puesto 12, había sumado 7 puntos de 15 posibles y se encontraba a 7 de la Real Sociedad, 6 del Madrid y 4 del Atlético. Como diría el actual presidente, Joan Laporta, “no estamos tan mal”. Se está solo a un punto del Madrid. 

O sea que no toca destruirlo todo, otra vez. Cuando todavía restan ocho jornadas para definir el campeonato no toca perder la confianza en el equipo, ni el crédito en Ronald Koeman, ni desvalorizar a determinados jugadores. Exactamente lo que ha hecho el jefe de campaña del presidente, Lluís Carrasco, en las redes sociales que escribió: “Som el Barça, sí. Nos levantaremos, sí Volveremos a vencer, sí… Pero habría que preguntarse por qué Ilaix genera en 10 min más peligro que Griezmann en 10 meses”. Parece mentira que un vendedor de imagen como Carrasco cometa estos deslices. Que lo haga la prensa, es normal. Pero que salga del entorno de Laporta, ya no lo es tanto. Sobre todo cuando la nueva directiva está obligada a vender jugadores para intentar poner algún parche a la sangrante economía del club. En este momento, desde la entidad solo tiene que activarse una política como la que la pasada semana generó el Madrid afirmando que Kroos y Modric eran mejores que Iniesta y Xavi.

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Supongo que Enric Masip, adjunto al presidente para temas deportivos, ya le habrá dicho a Carrasco que por ahí no va la cosa. Y también supongo que esa declaración del jefe de campaña de Laporta tendrá una respuesta de Gerard Piqué.