Ernesto Valverde, que es un amante de la fotografía, es uno de esos entrenadores que suele medir sus palabras y que por ser un hombre educado no deja nunca retratado a ningún periodista. Su tono siempre es bajo, aunque su rostro refleje fastidio y desagrado. Dar en una semana seis conferencias de prensa no tiene que ser precisamente ilusionante, sino todo lo contrario, más cuando el auditorio se empeña en repetir las preguntas semana tras semana.

Tata Martino, que acaba de hacer campeón por primera vez en la historia al Atlanta en la MSL y es el nuevo seleccionador de México, unos meses después de marcharse del Barcelona me contó que cada vez que tenía que acudir a una rueda de prensa como técnico azulgrana los 500 metros que separaban su oficina de la sala de los periodistas eran para él como una tortura. “Me estaban esperando con alfileres”, comentó. Creo que Valverde debe sufrir algo parecido.

En la penúltima conferencia fue interpelado por enésima vez por la cantera, y respondió con una frase que más de un “sabio” de esta profesión se ha sentido ofendido. Valverde aconsejó que no se hiciera demagogia con el tema de la cantera. Lo dijo porque eso es lo que se está haciendo desde hace un tiempo por parte de cierta prensa catalana. Valverde explica que hay que ir subiendo a los jóvenes poco a poco, recuerda que están jugando en Segunda B y dio a entender que él nunca va a arriesgar ni el resultado ni la carrera de esos canteranos.

Hay quien ha disparado fuerte y ha acusado a Valverde de ser el demagogo. Y no, señores. Valverde es realista. Explica verdades. Y está dando oportunidades a quien cree que la merece. No creo que Valverde sea tan tonto de renunciar a una joya de la cantera si ve en él un nuevo Piqué o Puyol. Hay quien ha escrito que Busquets y Pedro fueron ascendidos del B en el primer año de Guardiola, pero no recuerdan que tras los primeros resultados, Pep confesó que creía que no se comía los turrones. Le dimos más que palos.

No es Valverde el demagogo. Demagogia es hablar de la cantera como si esta hubiera dado más de cinco defensas centrales en los últimos diez años. Demagogia es no reconocer que esta cantera saca más jugadores para jugar de laterales, 4, 6 u 8, que goleadores o centrales. De ahí que desde los tiempos de Toni Torres y Quique Costas sólo hayan salido Piqué, que tuvo que pasar antes por ManUnited y Zaragoza, y Puyol, que comenzó como extremo y luego fue lateral. Demagogia es restregar el debut de Eric García con el ManCity en la cuarta competición inglesa y obviar que una semana antes Valverde había hecho debutar a Miranda en la Champions. Eso es demagogia. No la de Valverde.