Me gusta que Xavi intente cambiar el discurso y quitarle hierro a la situación y es que después de una semana tan nefasta como la que por fin dejamos atrás, el equipo y la afición necesitan un cambio de chip inmediato. Aire fresco y optimismo.

Dentro de la gravedad de la situación, el Barça depende de sí mismo en la Liga y todavía aspira a ganarlo todo. Sí, la Europa League también es un título que nos puede ilusionar a final de curso. Más allá de esto, creo que a Xavi también le falta hacer bastante más autocrítica. Su rueda de prensa previa al duelo ante el Villarreal nos dejó bastante un tanto descolocados. "En el Bernabéu se jugó a lo que queríamos", dijo el técnico egarense. ¿De verdad eso es a lo que queremos jugar?  

Si hay algo que mejorar, precisamente es el estilo de juego.  Falta más protagonismo en medio del campo y más ideas y recursos en los metros finales. Al equipo le cuesta conectar con Lewandowski y defensivamente sigue siendo demasiado frágil. 

Si éste es el camino nos volveremos a quedar lejos de los objetivos pero si el Barça es capaz de imponerse a sus rival como lo hizo ante el Villarreal, podemos ser optimistas. ¿Serán capaces de lograrlo ante un grande de verdad? 

Todavía estamos lejos de lo deseado, hay que seguir trabajando y acabar de perfilar el ADN del Barça de Xavi que todavía sigue dejando mucho que desear.