Termina la temporada pero parece que las polémicas entre la UEFA y el Barça no han finalizado, no solo por el lamentable arbitraje sufrido contra el Inter de Milán, sino porque esta semana ha saltado la noticia de una posible sanción del máximo organismo europeo al FC Barcelona.

La razón de este nuevo ataque de la UEFA al Barça parece que podría tener su origen en las famosas palancas y en la forma en como se consideran a nivel financiero o contable, ya que la Liga las computaba como ingreso y la UEFA no, una discrepancia que es ajena a la voluntad del conjunto blaugrana, ya que es una interpretación diferente entre dos organismos perfectamente válidos.

Si el Barça cumplía con las obligaciones de la Liga, que contabilizó las palancas y pudo inscribir a los jugadores (no hablamos del pasado verano con Dani Olmo), ¿por qué la UEFA tiene una interpretación distinta? ¿No tiene ninguna culpa la Liga que fue quien dio el OK?

Parece como mínimo sorprendente que existan criterios diferentes y que sea ahora cuando afloren, ya que el organismo de Ceferín no puso ninguna objeción anteriormente a las cuentas del Barça ni se opuso a la inscripción de los jugadores, por lo que es cuanto menos alucinante que ahora vengan con una posible sanción (multa económica, pérdida de puntos, no inscripción de jugadores) al club blaugrana con origen a cuestiones en las que la UEFA no había manifestado nada con anterioridad.

Ciertamente, no hay que creer nunca en teorías de la conspiración ni cosas extrañas, pero viendo como funcionan ciertas cuestiones del mundo del fútbol hace mal pensar. Ya pasó en la eliminatoria contra el Inter, con las manifestaciones de Infantino y teniendo claro que a FIFA y UEFA no les interesaba que el posible campeón de la Champions no estuviera en el Mundial de Clubs, pero ellos sabrán si quieren no tener a uno de los equipos de moda en su torneo.

Pero además, viendo como actúan algunos clubs estado, con dinero ilimitado que procede del mismo propietario, o que otros equipos del estado fichan lo que quieren cuando quieren sin que la prima de fichaje de Mbappé compute nada, o recalificando terrenos una vez más, es para pararse a analizar en manos de quiénes estamos y el porqué de estos criterios tan dispares a la hora de mirar las cuentas.

Para no restar credibilidad tampoco hay que mirar tanto fuera de casa, las cuentas del Barça con Bartomeu estuvieron auditadas siempre por la Liga que, incluso, elogiaba la gestión de la junta directiva del Barça, para, en solo una temporada, criticar el club, sus cuentas y empezar con la dichosa pesadilla del Fair Play.

Llega otro verano en el que este punto volverá a estar sobre la mesa, en el que parece que el Barça tendrá que hacer alguna venta importante justo la temporada que más se ha ingresado en Champions de las últimas, y con mejores números de ticketing, y con los salarios más moderados, pero aquí seguimos una vez más con un dichoso Fair Play que ya no entendemos y que, sinceramente, se aplica en según qué casos sin explicación ninguna.

La historia del Barça siempre ha sido así, un club único, con una forma de ser y actuar peculiar y también única, luchando contra todo y frente a todos, y al igual que ha ocurrido en estos 125 años de historia en los que se ha salido a flote ante todo y contra todo, lo volveremos a hacer, sea con sanción de la UEFA o sin ella, sea con problemas de Fair Play o sin ellos.

El Barça es “Més que un Club, y quieran o no, este equipo es uno de los grandes candidatos para reinar en Europa.