¡Golpe sobre la mesa! El Barça de Jasikevicius se llevó un triunfo muy meritorio de su visita a la pista del líder de la Euroliga, el CSKA de Moscú (75-88). Y lo hicieron sin Mirotic, Claver y Davies, bajas por lesión. Desde la defensa y con un terrible acierto desde la línea de tres, los culés se impusieron a un cuadro ruso superior, sobre todo en el juego interior. Los blaugrana, tremendamente comprometidos, ahogaron a los soviéticos hasta conseguir una victoria que les permite soñar de nuevo en luchar por el primer puesto en Europa.
Golpe de autoridad
El Barça de Jasikevicius se enfrentaba a una verdadera prueba de fuego en Moscú. Pocos días después de vencer al Khimhi, los culés se veían las caras con el gran coloso de la Euroliga: un CSKA temible y líder de la competición. Y lo hacían sin tres de su mejores jugadores: un Nikola Mirotic que ha vuelto a los entrenamientos tras algunas semanas fuera por problemas personales pero todavía no se ha juntado con el grupo: y los lesionados Brandon Davies y Víctor Claver.
El triunfo era importante para devolver al equipo a la lucha por la primera plaza, y marcar el terreno ante un equipo entrenado por Dimitris Itoudis al que ya vencieron en el Palau. No obstante, los rusos no lo iban a poner fácil en un Megasport Sport Palace que, a diferencia de en España, sí pudo contar con aficionados en sus gradas.
En este sentido, el CSKA marcó el ritmo del choque en el primer cuarto, dominando el juego interior y consiguiendo una cómoda ventaja, especialmente gracias a su trabajo en el rebote ofensivo (25-20). Sin embargo, el cuadro catalán sobrevivió al vendaval soviético sobre todo gracias a su acierto en el triple.
En el inicio del segundo, los rusos, mucho más intensos, pusieron la sexta marcha con la intención de sentenciar por la vía rápida el partido. Llegaron a estar +13 en el electrónico, hasta que Jasikevicius lo paró, y consiguió una brutal reacción de su equipo que se fue al descanso mínimamente por delante (41-42).
Esta remontada antes del descanso sirvió como punto de inflexión del cuadro blaugrana, que consiguió aumentar considerablemente su ventaja tras el paso por los vestuarios. Con actitud, compromiso y eficacia, sobre todo desde el tiro exterior; consiguieron suplir las carencias en el juego interior y llegar al último periodo con una diferencia optimista (56-64).

Calathes, en una acción ante CSKA de Moscú | EFE
Y en el último cuarto, se desató el Barça en defensa. Ahogaron por completo la ofensiva del CSKA hasta sacarlos por completo del enfrentamiento. Y en el otro lado de la cancha, puñaladas de Calathes y Higgins fueron suficientes para cerrar una victoria determinante, coral y de mucho mérito en Moscú. Golpe de autoridad del FC Barcelona en Euroliga, que venció en la pista del líder sin tres de sus principales líderes.