Pilar Rubio se siente en El Hormiguero como en casa. La mujer de Sergio Ramos está muy feliz por ser una de las colaboradoras de uno de los espacios más visto de la televisión y más longevos. Lleva ya varias temporadas y domina el cotarro. Empezó con la sección de retos y terminó con otra más. Tras la marcha de rostros como Mónica Cruz o Anna Simon y la escasa participación de Marta Hazas, la madrileña cogió el testigo de la sección de moda.
Acude solo una vez a la semana y alterna sus dos secciones. El pasado lunes abrió la semana con Enrique San Francisco como invitado. Un tipo muy entrañable pero duro de roer en este tipo de secciones, como también otro de los colaboradores que estaba esa noche en el plató, Antonio Resines.
El protagonista de Los Serrano ejerce como juez en su sección, donde decide que está bien y que está mal. Pilar Rubio tiene muy buena relación con Antonio Resines, pero hasta cierto punto. Por mucho que se lo pida alguien como ella, Resines no piensa bailar nunca más. Y menos desde el ridículo tan espantoso que tuvo que pasar en la gala de los Goya.
Mover el esqueleto no va con el actor, todo lo contrario que la colaboradora que es una de las más entregadas. Pilar Rubio le pidió que se levantase para bailar la coreografía mítica del inicio del programa, pero éste digo que no enfadándose. "Que no coño, que no bailo". Pilar Rubio se quedó sin palabras. No se esperaba este feo.
La colaboradora acaba de realizar recientemente una entrevista en el suplemento de El Mundo y le deja bien claro a Pablo Motos que ella nunca haría puenting, por mucho que se lo pida. "No lo voy a hacer por mucho que Pablo Motos nos lea", afirmó la colaboradora.