Un joven con un móvil / EFE

Un joven con un móvil / EFE

Sucesos

"Vas a llorar lágrimas de sangre": Un joven se suicida tras recibir cientos de mensajes hostiles

Un jurado delibera si es homicidio la muerte de un chico de 17 años que se quitó la vida por culpa del hostigamiento de un hombre 40 años mayor que él

27 julio, 2022 12:59

Iván tenía tan sólo 17 años cuando decidió quitarse la vida. Se tiró por el patio interior del piso donde vivía con sus padres. Las primeras hipótesis apuntaban al suicidio, pero el volcado del contenido de su móvil ocho meses después de los hechos dio un giro al caso.

La policía descubrió que ese 1 de diciembre de 2016, una persona se dedicó a hostigar y amenazar al adolescente con mensajes como: “te voy a enseñar a no hacer perder el tiempo”, “lo sentirás porque mañana por la mañana esto estará en manos de mi abogado”, “te voy a enseñar a no fastidiar”, “te juro que te vas a comer un buen marrón”, “vas a llorar lágrimas de sangre delante de los jueces y de tus padres”, “voy a por ti”, “voy a arruinar a tus padres por tu culpa”.

Acoso constante

Siete horas incesantes de acoso en el que el joven, que había contactado con Vicente Paradís a través de una página de contactos, pidió al hombre, 40 años mayor que él, que se detuviera, que no hiciera nada y lo dejara en paz. “Por favor, no lo hagas”, "no lo volveré a hacer", “haré lo que quieras”, fueron algunas de sus palabras. Iván llegó a advertirle que se quitaría la vida si decía o hacía algo.

Paradís no se detuvo. “¿Quieres saltar ahora?”, “pobre de ti, la que te va a caer encima”, “eres menor, mejor para mí, por meterte en una página de mayores”, “tú te metiste en este problema y lo vas a pagar”, “si eres menor, tengo las de ganar”, “atente a las consecuencias” , “tengo toda la conversación y la voy a publicar con tu número de teléfono”, “ahora me río yo”, “haber visto Bob Esponja y no esto”, “ahora te empieza a ti el malestar”, “menudo escándalo te voy a liar”, “ya te tienen rastreado, un besazo colega”...

Imputaciones

Al conocer esta situación, los padres no dudaron en poner el caso en manos de la justicia, quien aceptó el caso. Estos últimos días, la Audiencia de Castellón ha visto comparecer al acusado, los padres y testigos del caso. El hombre, que ahora tiene 62 años y con antecedentes por abuso sexual en 2004, se enfrenta a una acusación por la presunta comisión de un delito de homicidio pese a no haber coincidido nunca con el joven.

Los familiares y sus abogados se basan en la imputación objetiva que el Tribunal Supremo explica de la siguiente manera: "si la víctima no se hubiera encontrado en la situación creada por el autor, no se hubiera producido el resultado que finalmente tuvo lugar”. Claro que también optan por el homicidio imprudente, es decir, “el que por imprudencia grave causare la muerte de otro”.

Versiones y deliberación

La defensa niega la mayor, la misma conversación. Consideran que las pruebas, es decir, el móvil no estuvo custodiado durante estos ocho meses que permaneció en un cajón de la comisaría antes de que se produjera el volcado. Claro que durante ese tiempo nunca se consideró el homicidio, sino que siempre se pensó en el suicidio. Asimismo, aseguran que durante un día y un poco más, el acusado prestó el teléfono a otra persona, un hecho que difiere de la primera declaración de Paradís en la que confesó haber enviado esos mensajes. También aseguran que era un chico que mentía a sus padres y que fumaba porros, así como algo retraído. Sus padres lo desmienten, sólo era un joven que exploraba su sexualidad jugaba al fútbol, iba al conservatorio a recibir clases de piano, pertenecía a una peña y salía con sus amigos. 

Con todas estas pruebas y testimonios, un jurado popular compuesto por seis hombres y tres mujeres se reune desde este miércoles para deliberar. El fiscal lo tiene claro, "el menor no se encuentra entre nosotros por culpa del acusado”, ni siquiera "sabía que no tenía ninguna posibilidad de denunciarlo ni de arruinar a sus padres”. La defensa por su parte mantiene la hipótesis inicial de suicidio y niega el envío de mensajes: “el acusado no mató al menor, el menor se suicidó”.