Los familiares de un hombre fallecido entierran su cadáver en una ceremonia tradicional / CG

Los familiares de un hombre fallecido entierran su cadáver en una ceremonia tradicional / CG

Sucesos

Un sicario asesina a un joven con síndrome de Down para intercambiarlo por otro cadáver

Una familia lo contrató para poder enterrar a su familiar de la forma tradicional, bajo tierra, y mandar el otro cuerpo a una incineradora, para evitar sospechas

27 abril, 2021 11:24

En algunas regiones de China existe la prohibición de enterrar a los muertos según la forma tradicional. Una medida ideada para preservar el territorio, especialmente en las ciudades densamente pobladas, y por lo que se estableció la cremación como alternativa. Sin embrago, aún hay familias que rechazan cumplir las restricciones y se las ingenian para burlar al sistema, aunque este último caso ha ido un paso más allá.

Una familia de la ciudad Shanwei, en la provincia china de Guangdong, quiso que uno de sus miembros descansara bajo tierra el resto de la eternidad, y organizó una ceremonia secreta para engañar a las autoridades. Pero para no levantar sospechas tenían que entregar un cuerpo a la incineradora, y contrataron a un sicario para hacer un intercambio de cadáveres. Ellos pensaban que simplemente cogería el cuerpo de un hombre fallecido, pero todo les salió mal: para sustituir a su ser querido, asesinó a un joven con síndrome de Down.

Pagaron 5.200 euros por un cuerpo

Según informa La Razón, todo empezó cuando las autoridades de Guangdong aplicaron la prohibición de enterrar a los muertos en 2017. Una restricción que no gustó a todo el mundo, y que sacó el lado más ingenioso de algunos de sus habitantes. El caso más sonado es el de una familia que pagó 5.200 euros a un sicario, identificado como Huang, para que buscara un sustituto a su familiar fallecido.

La BBC asegura que la familia asumió que el delincuente buscaría otro cadáver, pero el hombre acabó secuestrando a un joven con síndrome de Down que se encontró por la calle, cuando buscaba entre la basura. Lo invitó a subir a su coche, lo emborrachó hasta que se desmayó, metió su cuerpo en un ataúd y se lo entregó a sus clientes días después. Unos hechos que salieron a la luz a los dos, y que ahora ha sido cuando ha trascendido mediáticamente después de que los familiares del hombre asesinado hayan concedido una entrevista a un medio local.

El conflicto entre la tradición y la ley

El joven asesinado fue dado por desaparecido, pero las autoridades policiales sí localizaron al sicario. Huang fue identificado y el Tribunal Popular Superior de Guangdong lo condenó a cumplir cadena perpetua en 2020. La familia que organizó la trama, por su parte, fue declarada culpable de "insultar a un cadáver", pero se libraron de la cárcel.

El juez tuvo en cuenta que no supieran que el cadáver por el que intercambiaron el de su ser querido hubiera sido asesinado para complacer sus deseos. Un suceso que ha reabierto la polémica ante el reglamento chino de 1997 en el que se estipula que "las regiones densamente pobladas con relativamente poca tierra y transporte conveniente deben practicar la cremación", a pesar de que la tradición del país sea realizar grandes desembolsos en funerales y ataúdes como manera de mostrar piedad y respeto hacia sus antepasados.