El mundo del atletismo despidió ayer a Ángel Basas, el fisioterapeuta de la Real Federación Española de Atletismo que murió, junto a su hijo, en un accidente de tráfico ocurrido hace un mes en Nueva Zelanda.



Cientos de personas han pasado por el tanatorio donde habían sido trasladados los dos féretros una vez que se consiguió resolver la burocracia y han podido ser repatriados hasta Salamanca, la ciudad donde nació Ángel Basas y donde vive toda su familia. Por el velatorio han pasado un elevado número de atletas españoles y salmantinos.



Ángel Basas, de 55 años, y su hijo Carlos, de 23, fallecieron el pasado 24 de febrero en un accidente de tráfico ocurrido en Nueva Zelanda, donde estaban pasando unos días de vacaciones tras haber estado con el equipo español en el Mundial de Cross, que se disputó el 18 de febrero en Bathurst (Australia).

Homenaje

Basas formaba parte del equipo de fisioterapia de la RFEA desde los años 90 y había trabajado en ocho Juegos Olímpicos y en más de 100 competiciones internacionales, aparte de haber sido miembro de la comisión médica del Comité Olímpico Español.

Basas ya fue homenajeado el pasado sábado en la Gala del Atletismo Español, donde el presidente de la RFEA, Raúl Chapado, recordó que era su amigo desde los 16 años, y se proyectó un vídeo de recuerdo con fotos de los dos fallecidos.