Cuatro miembros de una misma familia han muerto en Carantec, la Bretaña francesa, el pasado domingo. Al parecer, el padre mató a su mujer, a sus dos hijas de ocho y 11 años, y al perro, y luego se quitó la vida.
Fue la madre de la fallecida la que alertó a las autoridades tras varios intentos fallidos de contactar con su hija. La policía acudió al domicilio familiar y se encontró los cuerpos sin vida de la mujer y las niñas sin signos de violencia externa, por lo que todo apunta a que fueron envenenadas.
Parricidio por despecho
Por su parte, el hombre fue encontrado ahorcado en la parte de arriba de la casa. Las primeras investigaciones apuntan a que el cabeza de familia decidió vengarse de su exmujer matándola, ya que se encontraban en pleno proceso de separación.
De esta manera, todo parece indicar que se trataría de un un parricidio por despecho. Con todo, será la autopsia la que termine determinando de qué murieron todos y a quiénes se culparán.