Amou Haji fue bautizado como el hombre más guarro del mundo. Llevaban 72 años sin ducharse y, al poco de hacerlo, ha aparecido muerto.
El fallecido, de origen iraní, decidió dejar de ducharse con agua y jabón a los 22 años después de sufrir varios contratiempos para su juventud. Vivía como un ermitaño en Dejgah, al sur de Irán, y era conocido por sus vecinos.
Sano y sucio
Su situación era tan particular que rodaron un documental sobre él, La extraña vida de Amou Haji. Allí se contaron otras leyendas sobre él, como que fumaba excrementos en pipa o que se alimentaba de animales atropellados.
Durante todo el tiempo que pasó sin ducharse nunca contrajo ninguna enfermedad. Unas analíticas realizadas a principios de año revelaron que se encontraba en perfecto estado de salud.
Ducha y muerte
Hace poco volvió a ser noticia porque sus conciudadanos lo animaron a ducharse tras más de 70 años sin hacerlo. Lo hizo sin problema. Ahora, ha fallecido a los 94 años.
Su deceso ha hecho que su curioso título de hombre más guarro del mundo cambie de manos. El hindú Kailash 'Kalau' Singh le ha tomado el relevo.