Una madre y su bebé fueron encontrados muertos en su piso de Whitehaven, Cumbria, Reino Unido, la pasada Navidad. Ahora, las investigaciones han determinado que el pequeño Harry Kane murió deshidratado después de que su madre Natalie falleciera como resultado del abuso de sustancias.
Según los resultados de las autopsias, el bebé pudo haber sobrevivido durante dos o tres días después de la muerte de su madre antes de sucumbir a los efectos de la deshidratación.
Recuperada de la adicción
Al parecer, Natalie había sufrido previamente adicción a las drogas y abuso doméstico debido a una gran depresión que había padecido durante muchos años. Sin embargo, gracias al apoyo de los servicios sociales consiguió superarlo. Hasta la pasada Navidad.
Ese mismo día no se presentó a una cena con unos amigos. En aquel entonces, no se preocuparon, porque consideraron que era algo normal en la joven. Sin embargo, sus familiares sí que se empezaron a preocupar cuando el 30 de diciembre no fue a recoger una receta.
La policía los encontró muertos
Una llamada a la policía alertó a los agentes, que se personaron en su casa, que estaba abierta. Allí descubrieron a Natalie acostada en la sala de estar junto a los regalos de Navidad sin abrir. Un paramédico notó la presencia de una sustancia en su nariz y botellas de líquido para encendedores, consistentes con el abuso de sustancias.
Su bebé, por su parte, se encontraba sin vida en el baño. Al concluir la investigación, el forense explicó que "lo que nunca sabremos es por qué Natalie volvió a consumir sustancias. Lo había hecho muy bien, había cambiado su vida, claramente no estaba abusando de la heroína, que había sido su droga preferida".