Lo que parecía una trama de película romántica ha terminado en tragedia. Ashley Wadsworth, una joven canadiense de 19 años, estaba convencida de que había encontrado el amor de su vida en Jack Sepple, pero él es el único autor de su muerte.
Ambos se habían conocido noviembre a través de Tinder y tras varios meses de mensajes y videollamadas, Wadsworth se sacó un billete de avión y fue a conocer al que era su príncipe azul. En suelo británico, los primeros días junto al joven de 23 años fueron idílicos.
Parecían la pareja perfecta...
Al menos, eso parecía por las fotos que difundían en Facebook. Entre ellas, todavía hoy se puede ver las de un viaje a Londres, que realizaron el pasado mes de enero. No se dejaron de visitar ningún lugar emblemático de la capital inglesa.
Al vovler, Ashley lo tenía claro: no quería regresar al pueblo de Canadá del cual era oriunda; quería tener un proyecto de futuro junto a Jack y estaba decidida a asentarse en Essex con el que ya era su novio durante e lplazo de seis meses que tenía de vigencia el visado.
Pero él la mató antes de que se fuera
Poco se imaginaba que esa sería la peor decisión que tomaría: su vida pasó de ser un cuento de hadas a un auténtico infierno. Según el Daily Mail, las cosas entre ellos comenzaron a complicarse. Ella tomó la decisión de volver a casa. Sacó un billete de vuelta para el 1 de febrero, pero el viaje nunca llegó a producirse: Jack la mató horas antes.
Ana-Marie Taylor, amiga de la fallecida, ha revelado al rotativo británico que ese día los vecinos escucharon fuertes ruidos procedentes del interior del domicilio en el que residía la pareja. Eggle había acabado con la vida de la joven a golpes. Los agentes lo encontraron acostado en la cama manchado de sangre junto al cadáver de Ashley. Por el momento permanece en prisión preventiva hasta que se celebre el juicio. Es el único acusado por la muerte de la chica de Vernon (Canadá).