Silvia Idalia Serrano, de 34 años, se sometió este 29 de abril a una triple cirugía estética. Una infección la obligó a ingresar en el Hospital de la Paz de Madrid, donde le tuvieron que inducir un coma. La situación ha ido a peor y la madrugada de este 31 de julio ha fallecido.

El titular del Juzgado de Instrucción número 46 de la capital investiga desde hace meses a dos facultativos y a la clínica en la que se hizo la operación por un posible delito de lesiones por imprudencia en este caso. Una acusación que ahora puede agravarse.

Operación y alta

La mujer acudió desde La Palma, donde ella residía, al centro CEME de Madrid el pasado mes de abril para someterse a una reducción de pecho, pero, según relata la familia, la convencieron para hacerse una "transferencia a glúteos" para aumentarlos y una liposucción. Así lo hizo.

La operación fue el 29 de abril. La mujer acudió al Hospital VOT para hacerse las tres operaciones y a las 24 horas empezó a tener fiebre, dolores y malestar. La vía por la que recibía analgésicos y antibióticos se obstruyó y la última noche que pasó ingresada tuvo "fuertes dolores". A pesar de todo, sólo estuvo tres días ingresada hasta recibir el alta.

Postoperatorio

La situación no mejoró en su domicilio. Tuvo vómitos y se mareaba. Llamó en diversas ocasiones al centro e incluso se personó en tres ocasiones por el terrible malestar. Fue a la tercera que la clínica vio que algo estaba mal y llamaron al Samur para que la trasladaron al Hospital de La Paz.

La familia asevera que cuando en este último centro llegó "prácticamente muerta, con un shock séptico muy extendido, y desde ese día se debate entre la vida y la muerte en la uci”. Los profesionales la entubaron y estuvo tres mes en coma inducido e ingresada en cuidados intensivos, hasta que se ha producido la trágica noticia. Los familiares y amigos están destrozados.

Respuesta de la clínica

Desde CEME lamentan también el fallecimiento de Silvia, y subrayan de nuevo su inocencia. Recuerdan que el último informe de parte entregado al juzgado concluye que "no se deduce infracción de la lex artis médica en los profesionales sanitarios que atendieron a la paciente hasta su traslado al Hospital La Paz".

El documento detalla que la paciente sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante que es "excepcional" tras los procedimientos de cirugía plástica, y cuyas bacterias "no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitario, sino procedentes de la microbiota (flora) de la paciente".

Actuación

La fascitis necrotizante que padeció la víctima "puede ser difícil de establecer en las primeras horas o días de su presentación", destacan. Asimismo, aseveran que tras la operación la paciente fue atendida por personal de CEME en un hospital, "realizándose exploración de las heridas, tomas de constantes y exploraciones analíticas".

Cuando se detectaron "signos generales de afectación general (sistémica) se procedió a su traslado a un centro de mayor complejidad", concluye. Un traslado que se produjo una semana después de la operación.

Acciones legales

La abogada que representa a la familia de Silvia, Mar de la Loma, se ha unido primero de todo a la "consternación y la pena" del novio de Silvia, Daniel, y de sus familiares ante su fallecimiento

Sobre el caso judicial abierto, considera que ahora "más que nunca debe llevarse a cabo una investigación rigurosa con las prácticas de la clínica CEME". "No tanto lo ocurrido en el quirófano sino los postoperatorios que se llevan a cabo", precisa. Y es que hay otras víctimas, además de Silvia. "Consideramos que son demasiadas coincidencias con consecuencias fatales. Tiene que haber una investigación y tienen que pagar por ello", sentencia la letrada.