Prosiguen los ecos del aparatoso accidente de autocar registrado este sábado en la localidad de Rubió (Barcelona), en el que 20 personas resultaron heridas. El alcalde de la localidad, Miquel Archela, ha apuntado a una posible imprudencia del conductor como causa del suceso ya que, en su opinión, no debió abordar el camino en el que se produjo el siniestro con un vehículo tan grande.
Archela ha explicado en declaraciones a Catalunya Ràdio que el camino en el que se produjo el accidente, que conduce a un restaurante al que se dirigían los pasajeros para asistir a un convite de boda, está deteriorado por las últimas lluvias que han caído en la zona, lo que hacía desaconsejable recorrerlo con un autobús de 60 plazas como el siniestrado.
"Muy peligroso"
El accidente se produjo cuando el autobús volcó en una curva que da acceso al camino. De los heridos, aun tres permanecen en estado de gravedad.
En opinión del alcalde Rubió es "muy peligroso" que circulen por el camino en cuestión vehículos de esas dimensiones; no obstante, admitió que el complejo rural en el que se encuentra el restaurante alberga todo tipo de celebraciones y que habitualmente circulan por él autocares, aunque no tan voluminosos.
Recorrido a pie
Archela ha señalado que lo más prudente hubiera sido detener el vehículo en el cruce con la carretera BV-1037 y que los pasajeros recorrieran a pie la distancia que les separaba del complejo, que es de apena 80 metros.
Aunque ha admitido que el camino, que es propiedad municipal, estaba deteriorado por las lluvias, el alcalde ha negado que hubiera quedado inservible para la circulación, pese a la presencia de baches y socavones.
El alcalde de Rubió ha asegurado que la corporación municipal está preparada para responder si se le exigen responsabilidades por el siniestro.