La práctica de la sumisión química se ha convertido en la protagonista de las noches de fiesta en las últimas semanas. Muchas mujeres jóvenes han denunciado haber recibido pinchazos en locales de ocio nocturno y festejos tradicionales.

Las víctimas suelen ser mujeres menores de 30 años, que primero sienten un pinchazo en alguna de sus extremidades y después sienten que se marean y algunas partes de su cuerpo se van durmiendo. El método, que también se administra vertiendo la sustancia en la bebida, lo utilizan tanto los agresores sexuales como los ladrones, que se quieren aprovechar de sus víctimas en un estado vulnerable.

Estupefacientes

Después de 15 minutos de administrar la droga escogida, los estupefacientes hacen efecto y las afectadas pierden sus facultades. Entonces, los agresores se aprovechan de ellas o roban sus pertenencias. Ya han surgido los primeros casos y más de cinco personas han denunciado los hechos en Cataluña.

Una de las drogas más utilizadas para las inoculaciones en las discotecas es el Rohypnol y el éxtasis líquido, aunque en otros casos también administran la ketamina, la burundanga y diversas benzodiazepinas en las bebidas de sus víctimas.

Efectos

Los principales efectos que se perciben son la pérdida de memoria, somnolencia, bajada de la presión arterial, taquicardia, visión doble, confusión y pérdida de consciencia. La ateración en el organismo de las víctimas se alarga durante un periodo de vulnerabilidad de ocho a 10 horas de duración.

¿Cómo se debe actuar en caso de sufrir sumisión química? El primer paso es avisar a alguien de confianza al notar el pinchazo o los primeros síntomas citados. Asimismo, acudir a las autoridades del local y a urgencias para recibir un análisis y poder apostar pruebas posteriormente. Finalmente, llamar a la Policía para ofrecer el testimonio y denunciar.