Los padres de un niño italiano de dos años con una enfermedad cardíaca grave han paralizado una intervención a su hijo porque se oponían a que este recibiera sangre de personas vacunadas contra el coronavirus. Un acto que ha indignado al país, ya que con la operación podrían salvarle la vida.

Los hechos tuvieron lugar en el hospital Sant'Orsola, en la ciudad de Bolonia, donde está ingresado el niño que necesita ser operado del corazón y puede necesitar varias transfusiones de sangre. Los padres se negaron a firmar la autorización que permite a los médicos ponerle sangre durante el proceso quirúrgico.

 

Sin base científica

El caso ha terminado en los tribunales y la Justicia finalmente ha decidido que el pequeño pueda operarse. Un juez de un Tribunal de Módena, en la región de Emilia-Romaña (norte), admitió el pasado martes el recurso impuesto por el hospital, argumentando que las opiniones de sus padres carecían de base científica y que el niño necesitaba cirugía urgente.

Los progenitores se habían opuesto a que el pequeño recibiera sangre de personas vacunadas contra el coronavirus y habían incluso iniciado una campaña en las redes sociales para que voluntarios antivacunas donaran su sangre. El juez dio la razón al hospital y consideró que se dan las condiciones de absoluta seguridad en la sangre suministrada, sea cual sea su origen, por lo que el niño podrá ser intervenido.

Suspensión de la patria potestad

La abogada defensora de la pareja explicó que sus defendidos “nunca negaron el consentimiento a la intervención y se lo reiteraron al juez" pero pidieron "por razones religiosas" que la sangre de la transfusión viniera de personas no vacunadas.

Sin embargo, el caso ha llegado todavía más lejos. El Tribunal de menores de Bolonia ha determinado la suspensión temporal de la patria potestad a los padres del menor. La corte ha nombrado un tutor procedente de los servicios sociales del territorio para gestionar temporalmente la emergencia.