La Policía Nacional han detenido este viernes a un joven de 15 años, acusado de haber matado a sus padres y a su hermana pequeña de 10 años en la pedanía del Camp d’Elx, en Elche (Alicante). Las pesquisas de los agentes apuntan a que el crimen tuvo lugar cuando la madre del menor cortó la conexión wi-fi al adolescente después de haber suspendido cinco asignaturas y de oponerse a realizar las labores domésticas.
De hecho, los investigadores creen que el quinceañero habría matado primero a su progenitora y después a su hermana. Más tarde, habría hecho lo mismo con el padre, disparándole en el pecho cuando el hombre llegó a casa.
Disparó dos veces a su padre
Asimismo, señalan que tras el disparo, el padre, herido de muerte, le preguntó al hijo por qué lo había hecho. Al parecer, la única respuesta que obtuvo del joven fue otro disparo. Todo “porque no se callaba”, habría confesado.
Tras acabar con la vida de sus consanguíneos, el acusado trasladó sus cadáveres hasta el cobertizo de la vivienda. Un lugar en el que se cree que permanecieron durante tres días. Finalmente, los cuerpos sin vida de los tres miembros fueron hallados por unos familiares que acudieron al domicilio.
"Una frialdad fuera de lo normal"
Fue una de las vecinas, quien alertó a una familiar directa de la pareja fallecida. A renglón seguido, la mujer se presentó en el chalé y puso en conocimiento de lo ocurrido a las autoridades y a los servicios de emergencia.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron varias patrullas de agentes de la Policía Local, la Policía Nacional de Elche, así como un equipo de psicólogos. El joven ha confesado el crimen en su declaración. Si bien destacan que en todo momento ha mostrado “una frialdad fuera de la normal, sin expresar remordimientos” en ningún momento.