Una madre aplastó accidentalmente a su bebé recién nacida hasta provocarle la muerte tras quedarse dormida sobre él en la cama del hospital Barnsey, en Inglaterra. Al parecer, la mujer había tomado cocaína porque, según ella, le ponía "más alerta" para cuidar al bebé.
Debido a las lesiones cerebrales catastróficas que le había provocado el aplastamiento, el bebé pasó 16 semanas con soporte vital; sin embargo, falleció cuando apenas tenía tres meses y 26 días. Debido a ello, la madre, Aimee Jones, ha sido acusada de homicidio involuntario.
Incapaz de cuidar a su bebé
Las investigaciones determinaron que la mujer, de 32 años, había tomado cocaína el día que encontraron a su hija herida de muerte. Aunque ella negó estar drogada antes de que su hija muriera, sí que apuntó que tomar cocaína era seguro para cuidar a un bebé porque "te pone más alerta".
Sin embargo, no era la primera vez que Jones consumía este tipo de sustancias: durante la gestación de su hija había estado tomando analgésicos a base de opioides. Era por ello que la pequeña iba a ser colocada en un hogar de acogida, ya que la madre no estaba en condiciones de cuidarla.
Homicidio involuntario
Pero su irresponsabilidad no se quedó ahí: según apuntan las investigaciones, Jones organizó hasta nueve fiestas ilegales en su casa en Barnsley, South Yorkshire, mientras su hija estaba con soporte vital.
La mujer fue arrestada bajo sospecha de "superposición", un delito relacionado con la muerte de un bebé mientras está en la cama con un adulto que está bajo la influencia del alcohol u otras sustancias. "Creo que la muerte de la niña se debió al acto ilegal de la madre", sentenció el forense senior David Urpeth.