El hombre acusado de matar a su madre de 69 puñaladas y de intentar acabar con también con la vida de su padre con otras tres ha reconocido que lo hizo bajo los efectos de las drogas y el alcohol. El joven de 31 años a causa ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Alicante que quiso terminar con ambos progenitores a causa de un brote esquizofrénico que sufrió debido a la ingesta de estupefacientes.
De hecho, alega que se sintió "poseído" por su tío abuelo fallecido, quien le decía que tenía que matar a sus padres y luego suicidarse. Los hechos ocurrieron en Sant Vicent del Raspeig (Alicante) en junio de 2020. Por todo ello, la fiscalía solicita para él una pena de 40 años de cárcel: 25 por asesinar a su madre, y otros 15 por haberlo intentado con el padre.
Hechos planificados
Tanto el ministerio público como la acusación particular afirman que no hay constancia de que el acusado consumiera droga y alcohol en grandes cantidades previo a los hechos y sostienen que se tratan de unos hechos “planificiados”, ya que consideran que esperó al momento perfecto para actuar. Es decir, cuando su padre no estaba en casa. Asimismo, revelan que el móvil del crimen pende de la existencia de problemas económicos del negocio familiar y de un reparto patrimonial con la hermana del acusado.
En el juicio, que ha arrancado este lunes 13 de diciembre en la capital alicantina, el acusado tan solo se ha limitado a responder a las preguntas de su letrado. Sobre cómo ocurrieron los hechos, ha manifestado que salió de la vivienda por la tarde para comprar droga. Acto seguido, se dirigió de nuevo al domicilio y se encerró en la habitación para consumir cocaína y marihuana mientras bebía vino blanco y cerveza.
Consumo de drogas
Una hora después, recuerda que fue cuando se sintió poseído por su tío abuelo, "en un brote psicótico que rozaba lo esquizofrénico": “Apuñalé a mi madre y luego intenté matar a mi padre, que salió a pedir ayuda por el garaje. Después cogí el coche y no sé cómo llegué al barrio de Juan XXIII, donde me detuvo la Policía", ha relatado. No obstante, antes de terminar con la vida de su padre, el hombre escondió el cadáver de la mujer y asestó tres puñaladas a su progenitor, dejándole malherido.
Con todo, el acusado y su defensa han asegurado que era consumidor de sustancias desde los 16 años y que había pedido en varias ocasiones ayuda a la madre por su adicción a los porros. De hecho, el equipo del joven considera no existió ensañamiento con la mujer porque "no sabía lo que hacía". “Sus facultades estaban muy mermadas o casi anuladas", exponen.