Una mujer gallega de 30 años ha denunciado a su exmarido por amenazarla, insultarla e incluso agredirla a ella y a sus dos hijos durante más de 10 años. El hombre ha recibido una orden de alejamiento de los tres y la suspensión de las visitas a los niños.
Con todo, la víctima no está conforme con la sentencia de la justicia y lleva desde el 2019 luchando para que un juez considera que ha sido víctima de violencia machista y vicaria. La mujer asegura que los peores años han sido desde que nacieron sus hijos, uno de nueve y otro de cinco años, pero que "él ya era así antes".
Víctima de violencia machista y vicaria
"No me dejaba ni hablar con el vecino de arriba", argumenta para ejemplificar lo celoso y controlador que era. Explica también que cuando se quedó embarazada de su primer hijo, "ya empezaba a salir de fiesta y siempre llegaba borracho... Incluso nos dejaba encerrados en casa con llave dos o tres días y no volvía".
Además, la víctima era objeto de numerosas burlas y vejaciones por parte del hombre. "'Eres una gorda de mierda, tienes que comer un plato pequeño de postre y solo una vez al día. Mírate al espejo, quién te va a querer si no soy yo', me decía cuando empecé a coger peso", narra.
Agresión a ella y a los niños
La joven explica que no supo cómo afrontar la situación y se volvió a quedar embarazada. Ella quería abortar, pero él la convenció de que no lo hiciera. Con todo, cuando la niña nació, él no quiso hacerse responsable: "Empezó a decirme que yo le había obligado a tener una hija y que él no la quería tener".
En un desgarrador testimonio, la mujer explica que llegó a pegarla: "Yo estaba embarazada de la niña y me empujó contra una estantería y tuve que ir al hospital". Una situación que también se repitió con los pequeños: "Al niño lo agarró por un brazo y lo zapateó. A la niña me la agarró por los pelos y quedó a nada de pegar contra una hormigonera".
Momento determinante
Aquel fue el momento en el que hizo el clic y tuvo claro que tenía que dejarlo. Incluso su hijo mayor la animó a denunciarlo: "'Vamos a denunciarlo porque es un maltratador, ¿no te das cuenta de que es un maltratador?', Me decía el niño con solo siete años".
Se divorciaron y la mujer puso una denuncia contra él, pero seguía intentando ver a los niños y hacerles la vida imposible. La orden de alejamiento impedirá eso, pero no reparar todo el daño que les ha causado.