Nuria López Santiago, una joven de 20 años, desapareció en Almería el pasado 11 de octubre. Las últimas declaraciones de los familiares a Caso Abierto apuntan a que la mujer, con discapacidad del 66%, podría estar "retenida o manipulada" por alguien.

Los allegados defienden que se trata de una persona "muy vulnerable" y que "salió de casa con 50 euros, el DNI y lo puesto". La capital está volcada para encontrar a Nuria, pero la búsqueda no está siendo nada fácil.

Pistas

Lidia Gálvez, prima de la desaparecida, ha hablado con el medio de comunicación citado anteriormente sobre algunas de las pistas que están siguiendo para descubrir el paradero de la joven. "Estuvo en Aguadulce al día siguiente de desaparecer. Sabemos que le pide el teléfono a una persona que pasa por la calle, a un chico. A través del Instagram de este chico le mandó un audio a un supuesto novio pidiendo que la recogiese allí", señala Gálvez.

Asimismo, la mujer asegura que la familia desconocía esta supuesta relación. "El joven ni siquiera había llegado a escuchar el audio. Lo abrió en comisaría, delante de los agentes y advirtió que no lo había visto antes", detalla la familiar. Además, resultó no ser su pareja, ya que el chico acudió a la policía acompañado de su verdadera novia.

Testigos

Tal y como captaron las cámaras de seguridad, Nuria esperó al joven hasta las 15:00 horas y se marchó ya que no aparecía. Esa es la última vez que se supo algo de ella. La joven fue a Aguadulce en taxi y el conductor explicó a la policía que ella solo tenía 10 euros para pagarle, ya que no tenía más dinero.

Desde entonces son muchas las llamadas que reciben los agentes de personas que dicen haber visto a Nuria. "Contactan a diario afirmando que han visto a alguien que se parece a ella por diferentes puntos de Almería. Algunas personas afirman que camina sola y otras dicen que un joven camina con ella de la mano. Pueden verla sola, o acompañada, se ha comprobado que pueden ser ciertas las dos", relata Gálvez.

Dura infancia

"No lleva dinero. Nos preocupa porque no sabemos qué persona la va a estar manteniendo: comprando ropa, dándole de comer, ¿a cambio de nada? Creo que alguien ha hablado con ella, le ha prometido algo… y se lo ha creído. Para confiar es muy infantil. Es muy inocente, Nuria no ve la maldad", sentencia la prima.

Y es que la joven tuvo una infancia muy dura: "Sufrió en el colegio, por su discapacidad, por ser gordita. Ella contaba que le llenaban la cartera de agua e incluso le partieron un dedo con una piedra. Nuria se lo contaba a su madre y no hacía nada, se reía. La madre de Nuria dijo que no iba a hacerse cargo de su hija".