Después de dos años, se ha hecho justicia para Víctor López y su familia. El joven, de 20 años, murió en un accidente de coche en la M-50 en septiembre de 2019. El causante de su fallecimiento, Kevin Cui, se trataba de un kamikaze que conducía bajo los efectos del alcohol en dirección contraria por la autopista.
Ahora, el criminal ha sido condenado a ocho años de cárcel por homicidio, conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás y por circular bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Resultado de la condena
Asimismo, el magistrado de la Sección 15 de la Audiencia Provisional ha determinado la pérdida de la vigencia del permiso para conducir durante nueve años. Por si fuera poco, también le corresponde indemnizar en concepto de responsabilidad civil a la familia del fallecido: 100.000 euros al padre y a la pareja de la víctima y 110.000 a su madre.
Así las cosas, la defensa del condenado asumía la culpa bajo un delito imprudente, aunque finalmente se ha fallado a favor de un homicidio doloroso, puesto que Cui se subió al coche siendo consciente de que podía ocasionarle la muerte a alguien en el estado de embriaguez en el que se encontraba.
Arrepentimiento
Con todo, en la última vista del proceso judicial, el condenado mostró su arrepentimiento: "Reconozco mi error y los daños que he causado". En la misma línea, sostiene que no recuerda nada pero que asume su condena.