La nota que ha dejado un hombre antes de suicidarse ha ayudado a la justicia francesa a resolver 35 años de asesinatos y violaciones que no se habían resuelto hasta el momento. François Vérove, de 59 años, ha confesado ser el autor de dichos crímenes antes de terminar con su vida el pasado miércoles en el sur de Francia. 

"Parece increíble", ha sido la reacción del abogado de las familias de algunas de sus víctimas que llevaban desde 1994, por lo menos, buscando justicia para sus allegados. La prueba definitiva ha sido su huella genética: según ha adelantado la Fiscalía, coincidiría con la que se había encontrado en las escenas de los crímenes. 

Antecedentes

El hombre recibió una citación por parte de las autoridades el pasado 24 de septiembre para ser interrogado. Sin embargo, no se presentó a la cita. Después de que su mujer diese la voz de alarma, encontraron a Vérove muerto en Grau-du-Roi, cerca de Montpellier. A su lado, la carta que confesaba dichos crímenes. 

Algunos de ellos iban desde la violación hasta el homicidio. La mayoría de crímenes se atribuyen al año 1994, pero en la carta asegura que desde 1997 había abandonado su actividad criminal, momento en el que conoció a su mujer. De hecho, a ella y a sus dos hijos es a quien le dedica dicha nota.