La madrugada del pasado sábado 6 de junio Marta (de 16 años), Gonzalo (de 20 años) y Emous (de 21 años) fallecieron en un brutal accidente en el municipio castellano-manchego de Argamasilla de Alba (Ciudad Real). Estos tres jóvenes fueron embestidos por un conductor kamikaze bebido y drogado que impactó contra ellos a toda velocidad.
Los hechos ocurrieron en pleno casco urbano, lugar en el que la velocidad de los vehículos a motor no puede rebasar los 30 kilómetros por hora. Sin embargo, el infractor circulaba a 140 kilómetros por hora.
Conductor kamikaze
La fatídica colisión terminó con la muerte de tres de los cinco jóvenes que viajaban en el turismo. Aunque Silvia y Natalia resultaron heridas de gravedad, ambas lograron salvar la vida. Por caprichos del destino, el autor del crimen, un joven cacereño de 22 años, salió ileso, mientras que su compañera, una menor de 17 años, también salió herida.
Ahora, casi un mes después de los hechos, los familiares de las víctimas han iniciado un proceso de recogida de firmas mediante el cual solicitarán al Gobierno endurecer el Código Penal. El objetivo es que hechos como este no se repitan y que, además, sean penados como homicidio doloso agravado.
Reforma del Código Penal
En concreto, a través de un comunicado, las familias piden la modificación de los artículos 379, 389 y 381 y 382 del Código Penal. “Son hechos de extrema gravedad por los cuales fallecen personas a cada momento”, alegan.
Cabe recordar que este trío de jóvenes, que apenas superaban la edad de 20 años, falleció cuando, en la celebración del cumpleaños de un amigo, decidieron ir a por más pizzas y bebida.