Varios agentes de la Policía Nacional tuvieron que separar a dos familias que discutían entre empujones y en plena calle para okupar el piso de un muerto, cuyo cadáver aún seguía en el interior del inmueble. El hombre, de unos 70 años de edad, llevaba al menos 10 días fallecido, y fue hallado por los agentes y los Bomberos una vez lograron abrir la puerta de la vivienda.
Los hechos ocurrieron el miércoles 17 de febrero en la avenida Catedrático Soler, en el barrio Miguel Hernández de Alicante. El bloque de pisos en cuestión es uno de los edificios sociales que gestiona la Generalitat de Valencia, y el enfrentamiento obligó a que la policía custodiara la entrada hasta que instalaron una puerta blindada para impedir la okupación ilegal.
"Fue algo extremo"
Según varios testigos del momento, las familias que se peleaban por el piso estuvieron a punto de llegar a las manos. Además, durante el enfrentamiento, una de ellas llegó a sacar el certificado de empadronamiento de la abuela para reclamar el derecho a okupar el inmueble. "Se estaban peleando, empujándose, aunque no se han llegado a agredir, para okupar el piso. Se ha custodiado hasta que llegó un inspector de la Entidad de Vivienda y se ha hecho cargo", explicaron fuentes oficiales posteriormente.
El director general de la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (Evha), Alberto Aznar, afirma que la okupación ilegal es un hecho habitual en el parque de viviendas sociales que gestiona: 14.000 en toda la comunidad, 500 de ellas situadas en la zona del barrio alicantino Miguel Hernández. Eso sí, reconoce que lo de ayer "fue algo extremo": "Se ve que cuando ha llegado la ambulancia y se ha conocido que una persona había fallecido y la vivienda podía quedar vacía, ha habido personas merodeando y se han puesto a buitrear".
Un problema muy habitual
Pero la cosa no acabará aquí, y el representante de la entidad autonómica de vivienda pública lo tiene claro: "Intentamos ser lo más diligentes que podemos, pero llega un momento en que, aunque tabiquemos o pongamos puertas blindadas --en las viviendas que se quedan vacías--, lo revientan y entran", ha admitido en declaraciones a El Periódico.
Varios vecinos de la zona aseguran que viven con pánico dado que este tipo de situaciones cada vez son más frecuentes: "Entran con la patada y se sortean los pisos", ha admitido un vecino, mientras un inquilino de un inmueble cercano al de los hechos ha señalado que en su bloque hay 12 pisos y que "hay cinco legales y el resto ilegales".