El próximo lunes 2 de noviembre, un jurado popular juzgará a un anciano de 86 años acusado de un delito de homicidio tras matar a su propio hermano, de 83 años, en la vivienda que ambos en Hontanar (Toledo), y por el que el Fiscal pide un total de 14 años de prisión.
Los hechos tuvieron lugar sobre las nueve de la noche del 23 de marzo de 2019, cuando ambos implicados --solteros y sin hijos-- se enzarzaron en una discusión después de que la víctima requiriera al acusado que bajara la temperatura del brasero que tenía encendido en el salón. Algo que no gustó al mayor de los hermanos, que lo golpeó hasta la muerte con una pala.
Lo agredió con una pala
La relación de convivencia entre ambos hermanos era difícil, dado que tenían constantes roces que desencadenaban siempre en fuertes discusiones verbales. En esta última, "con propósito de quitarle la vida a su hermano, o cuando menos aceptando que se produjera tal resultado", el mayor agarró una pala que empleaban para quitar las cenizas de la chimenea de la cocina y golpeó al menor hasta que cayó al suelo.
El agresor siguió dándole palazos reiterados en los brazos, piernas y en la cara, propinándole el último en la cabeza con el filo romo de la herramienta. Tras ello, abandonó el domicilio y dejó tirado en el suelo a su hermano malherido, sin prestarle auxilio ninguno, mientras éste sangraba.
Quedó totalmente impasible
El acusado se desplazó hasta el domicilio de un tercer hermano, desde donde llamó por teléfono a una amiga de la familia y le comunicó lo que había hecho. Después, permaneció en el lugar de charla con su cuñada hasta que llegó la conocida.
Con total tranquilidad, el agresor le pidió unos encargos. La mujer no accedió y requirió la presencia del tercer hermano para ir a interesarse por el estado del agredido. Malherido y ensagrentado, les dijo que el mayor le había dado una paliza, por lo que llamaron a los servicios sanitarios.
Falleció a causa de las heridas
El hombre tuvo que ser trasladado a un hospital, donde fue operado de urgencias de la herida craneal. Lamentablemente, falleció al día siguiente por fallo multiorgánico como consecuencia de las heridas sufridas.
Según el Fiscal, el acusado es una persona con inteligencia suficiente para comprender la ilicitud de su conducta. Por ello, además de la pena de prisión, deberá indemnizar a los sobrinos del fallecido --herederos en su testamento-- con 3.000 euros a cada uno, y con 5.000 euros, por el daño moral sufrido, al padre de estos.