La Fiscalía solicita cinco años de prisión, alejamiento, libertad vigilada e inhabilitación para ejercer durante tres años para un profesor de violín acusado de abusar sexualmente a una alumna, de forma continuada además de tratarla de forma degradante.
Así lo expresa el escrito de acusación provisional presentado al Juzgado de Instrucción nº1 de Oviedo, que sostiene que el profesor aprovechó su autoridad y su diferencia de edad para realizar los abusos a lo largo de tres cursos académicos: en 2015/16, 2016/17 y 2017/18.
Empezó el tercer día de clase
En el primer año, el acusado tenía 78 años y la víctima 20, a partir de la tercera clase de violín, el docente empezó a mostrar una actitud anormalmente cariñosa hacia la denunciante. Bajo el pretexto de corregirle cualquier postura a la hora de tocar el instrumento, le palpaba innecesariamente la parte superior del pecho, le agarraba la cintura o le daba golpecitos cerca de los glúteos.
Además, se mantenía muy próximo a la alumna en todo momento. También le contaba chistes inapropiados en los que no paraba de pronunciar la palabra "follar" mientras se reía y observaba a la víctima, para ver cómo reaccionaba. En ocasiones, se ponía frente a ella, la abrazaba, apoyaba su frente contra la de la alumna y acababa besándole los labios.
Hundida en una profunda depresión
A medida que avanzaba el curso, el profesor endurecía las clases y la insultaba con expresiones como "eres una idiota, no vales para nada, eres tonta, cretina, retrasada mental, eres una mierda como persona". Mismo trato que recibió durante el curso 2016/17.
El comportamiento del acusado llevó a que la denunciante sufriese varios ataques de ansiedad y tuviera que ser ingresada en el hospital. Una situación que la descuidó de sus estudios, la alejó de sus amistades y le quitó las ganas de salir de casa.
Las torturas del profesor
El profesor le dio collejas en la cabeza, le azotó en los dedos de la mano izquierda mientras tocaba el violín, le golpeó con saña con un anillo de oro de gran tamaño, le dio fuertes empujones con la intención de tirarla al suelo y, cuando se tambaleaba, aprovechaba para golpearle con el arco en la cabeza. De igual modo, le besaba en el cuello de forma denigrante o la olía al pasar cerca de ella.
Como consecuencia de esta situación, la denunciante comenzó tratamiento psiquiátrico y tuvo que dejar de asistir a clase de violín. El acusado se enteró del estado de su alumna y lo contó a otros compañeros del centro de enseñanza mientras se reía y la llamaba loca, jactándose de que tenía que tomar pastillas.
En tratamiento psicológico y psiquiátrico
Durante el último curso, 2017/18, el docente fue a más y llegó a preguntarle que, "si se drogaba, se lo podía contar porque ya sabía que estaba loca". La joven decidió dejar definitivamente el violín, momento en que explotó y se lo contó todo a sus padres.
Como consecuencia de estos hechos, la mujer ha necesitado tratamiento psicológico y psiquiátrico durante años. Ha sido diagnosticada de trastorno adaptativo ansioso-depresivo, con tratamiento farmacológico. La joven se mudó a otra comunidad autónoma para evitar cualquier tipo de contacto con el acusado y terminar su carrera de música.