"Si consiguiéramos transmitir las tres 'm', mascarilla, manos y metros, en el ámbito familiar, bajaría de forma muy importante la transmisión del coronavirus". Con estas palabras el consejero de Salud y Familias Andalucía, Javier Aguirre, ha abierto las puertas al uso de los cubrebocas en las casas.

El responsable de la sanidad andaluza sostiene dicha decisión basándose en los datos que maneja la Junta de Andalucía. “El 80% de los contactos que tenemos actualmente, según estudio y trazabilidad, son brotes en el ámbito familiar”, recuerda.

Controlado

Así lo ha indicado el consejero a preguntas de los periodistas en rueda de prensa en Sevilla junto al director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéuticas, José María de Torres, y el responsable del Plan Integral de Atención a las Cardiopatías en Andalucía, Rafael Hidalgo, para presentar la implantación del Código Infarto de Andalucía.

El consejero de Salud y Familias ha señalado que según los datos de hospitalizados por coronavirus en la comunidad en las últimas semanas "no estamos en una fase de subida exponencial".

Ingresos

Aguirre afirma que Andalucía lleva “una semana bordeando una horquilla de 50 ingresados arriba o abajo, lo que nos da un halo de esperanza de que podemos estar en una fase de estabilización".

Uno de los datos que preocupa más al consejero andaluz es que la edad media es de 19 a 29 años en esta segunda ola de la pandemia, mientras en la anterior ola estaba rondando los 60, 70 u 80 años”.

Atención primaria

En este sentido, ha lanzado un llamamiento a los jóvenes ya que si bien sus casos no son tan graves sí actúan como “corriente de transmisión” entre los familiares, entre ellos los más mayores.

Ante la nueva situación, como los pacientes son más jóvenes "no ocupan el mismo volumen de camas ni de UCI” lo que hace que el seguimiento se haga “directamente desde atención primaria". Esto provoca que sea esta última la que concentra más presión asistencial. Aun así, sostienen que no se puede hablar de colapso.