Una fiesta ilegal acaba con cinco personas hospitalizadas y a menos 24 intoxicadas, la mayoría jóvenes, por una intoxicación provocada por la inhalación de monóxido de carbono.
Los hechos sucedieron en un búnker situado en Oslo (Noruega), donde un grupo de gente quedó para organizar una celebración sin tener los permisos necesarios.
Hospitalización
Entre los intoxicados, se encuentran dos agentes de la policía que ayudaron a evacuar el lugar y hay cinco asistentes que se encuentran en estado crítico, según informa la prensa noruega.
La Policía de Oslo y el servicio de bomberos sospechan que el envenenamiento fue debido a los generadores portátiles utilizados para alimentar sistemas de audio, a lo que se le sumó la escasa ventilación del escenario de la fiesta, un búnker.
Llamamiento
Los agentes y el Hospital Universitario de Oslo se han visto obligados a realizar un llamamiento público para que las personas que participaron de la fiesta, donde se calcula que pudieron ir unas 200 personas. Les advierten que, si sienten dolores de cabeza, mareos, náuseas o desmayos, acudan a un centro médico para recibir atención.
Las autoridades sanitarias recuerdan que el monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que reemplaza el oxígeno en la sangre cuando se inhala y puede causar daños en el organismo incluso después de que la víctima vuelve a respirar aire limpio.