Lío en una escuela de Valencia. Una profesora de Religión ha pasado un cuestionario a sus alumnos, de 12 años, con preguntas como si habían fornicado o habían mantenido relaciones homosexuales.
El colegio Inmaculado Corazón ha pedido disculpas, pero ha justificado a la docente diciendo que lo hizo para “ayudar” a los menores “a comprender el sexto mandamiento” (No cometerás actos impuros).
Un “error”
El mismo centro asume que el cuestionario es “inadecuado” e “inapropiado”, y que “atenta contra la intimidad”, además de hacerlo contra la ley 26/108 de Derechos y garantías de la infancia y la adolescencia y contra las personas LGTBI. Con todo, la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana ya investiga lo ocurrido.
La consejería, de hecho, añade que lo sucedido “atenta de fondo contra los derechos humanos basados en valores de respeto a la intimidad, diversidad y pluralidad”, y recuerda que “estos contenidos no se adecúan a la asignatura de Religión”. Mientras, el colegio habla de “error” y espera que “este hecho aislado no se convierta en una excusa para atacar la asignatura de Religión y a la educación católica”.