La histeria al coronavirus ha incrementado la demanda de mascarillas y líquidos desinfectantes para prevenir el contagio. Algo que las empresas han aprovechado para subir los precios de los productos y lucrarse con sus ventas. Amazon, por ejemplo, vendió un paquete de 5 mascarillas especiales con válvulas "ideales para el coronavirus" por el módico precio de 189 euros.
No ha sido el único caso, ya que empresas como Amuchina ha disparado los precios de sus botecitos desinfectantes a 23 euros, un incremento del 650%. Unos casos que están siendo estudiados por aprovechar el momento de alerta social para lucrarse con la venta de este tipo de productos sanitarios.
Precios multiplicados por siete
Los principales portales de comercio electrónico han elevado los precios de algunos productos relacionados con la emergencia del coronavirus hasta niveles astronómicos. Por ejemplo, gel de desinfectado de Amuchina, que normalmente se encuentra en el mercado por unos 3 euros, ahora se vende en la web por 22,5 euros.
Algo que también sucede en Amazon, donde normalmente se encuentra a un precio de 4 euros y estos días ha multiplicado su valor por siete. Aumentos de precios que empujaron a Amazon a intervenir durante todo el día, ya que son los socios de ventas quienes establecen el precio de sus productos.
Mismo problema con las mascarillas
El gigante comercial supervisa su tienda online eliminando aquellas ofertas que violen sus reglas de precio competitivo. Estos días les trae de cabeza el mencionado gel y, sobretodo, las mascarillas protectoras. Estos productos, antes del coronavirus, se vendían por menos de 10 centavos de euro cada una. Hoy cuestan 1,8 euros en Internet, con un aumento de precios del 1700%.
Una especulación vergonzosa, destinada a ganar dinero con el miedo de la gente que están siendo estudiadas como posibles estafas. Portales como Amazon podrían verse afectados por estos timos ya que, si no ocultan o eliminan este tipo de ofertas anormales, podrían verse acusados como cómplices de las multinacionales. Las empresas, mientras tanto, afirman que ellas no son las que han incrementado el precio de sus productos.