Clauvino da Silva, Baixinho, el narco que ha dado la vuelta al mundo por tratar de fugarse –sin éxito– de una cárcel de Brasil disfrazado de su hija, ha aparecido ahorcado en su celda, según han confirmado fuentes oficiales.

Fuentes penitenciarias de la prisión de máxima seguridad Laércio da Costa Pelegrino, en Río de Janeiro, han comunicado que investigarán lo ocurrido después de que Baixinho haya aparecido ahorcado con una sábana.

El narco, de 42 años, cumplía una condena de 73 años y 10 meses cuando recibió la visita de su hija, de 19 años. Con ella, una mujer embarazada introdujo el disfraz –se libró de los rayos X por la futura maternidad– con el que Baixinho intentó fugarse, y que constaba de ropa de la chica, una máscara de silicona, gafas y una peluca. El cambiazo no coló.

Baixinho ya intentó fugarse en 2013, junto con otros 30 presos, quienes huyeron de una cárcel por las alcantarillas. La policía, sin embargo, detuvo a este narco un mes después de su escapada. Formaba parte del Comando Vermelho, uno de los grupos criminales más poderosos del país, que controla el narcotráfico en gran parte de Río de Janeiro.