El uso indebido de petardos en la víspera de San Juan ha dejado consecuencias. En concreto en Lleida, donde el pasado sábado un hombre encontró un pequeño gato herido al que llevó al veterinario. El mal estado del animal era consecuencia de que alguien le había estallado uno de estos artefactos en la boca.

En la clínica veterinaria intentaron realizarle las primeras curas, tras lo que se decidió reconstruirle la boca de Dulcinea, como se llamaba el animal. No obstante, esta solo contaba dos meses de vida y su fragilidad dificultaba sus opciones de superviviencia, que se agravaba por una infección en los ojos, por lo que finalmente la pequeña gata terminó muriendo horas después de la cirugía.

Un "psicópata"

Los hechos han sido denunciados por la protectora Amics del Animals del Segrià de Lleida, que acusa de “malnacido” y “psicópata” a la persona que le hizo explotar el petardo durante las fiestas de Sant Joan.

“Es triste, lamentable y muy difícil de asimilar que entre nosotros existan humanos capaces de hacer algo así simplemente para divertirse, pero no encontramos ninguna otra explicación”, han afirmado desde la protectora.