La Provincia de España de la Compañía de María, más conocidos como “marianistas”, ha hecho público que abrirá una investigación sobre presuntos abusos sexuales a un menor, por parte de un monje. Se trata de Ángel Manuel Briñas, fraile que fue antiguo responsable de la cantera del Atlético de Madrid.
Según El País el religioso, de 88 años de edad, ha confesado que abusó sexualmente de un menor en el Colegio Marianista Hermanos Amorós, situado en el barrio de Carabanchel en Madrid, cuando era responsable deportivo y de scouts.
La orden, contra el abuso
En ese sentido han anunciado a través de un comunicado, su “estupor y consternación” por las informaciones que han surgido y han condenado “cualquier tipo de abuso”, con especial ahínco en “los abusos sexuales a menores”.
“Los religiosos marianistas expresamos nuestro estupor y consternación ante estos hechos de los que no teníamos noticia hasta este momento. Condenamos rotundamente cualquier tipo de abuso a las personas y, muy especialmente, los abusos sexuales a menores. Nuestra vocación educadora se opone frontalmente a estos abusos, contrarios a nuestros principios y, por lo tanto, inadmisibles en cualquier circunstancia", reza el comunicado.
Piden perdón
Los Marianistas han querido pedir “perdón” a la víctima de los absusos y a su familia y les han propuesto una reunión para “escucharla, pedirle perdón y ofrecerle ayuda”. Si bien, han admitido que “nada podrá borrar lo ocurrido”.
Con la finalidad de llegar a un “total esclarecimiento” de los hechos, han hecho pública su intención de abrir una investigación “respetando siempre la voluntad de las posibles víctimas y el derecho a la presunción de inocencia”. La orden religiosa ha indicado que en función de lo que concluyan las pesquisas “se tomarán las medidas oportunas”. Para ello, se han ofrecido colaborar en todo lo que sea menester para las instancias competentes.
Se alinean con el Papa
Asimismo, han querido dejar claro que comparten con el Papa Francisco, y con la Iglesia, “el esfuerzo por superar malas prácticas y mentalidades equivocadas, que en el presente o en el pasado han servido para encubrir estos hechos tan lamentables”.
En última instancia, han pedido un voto de “confianza” a las familias ya que se comprometen a “atajar cualquier hecho de este tipo” y porque insisten que trabajan cada día “para proteger a los menores y hacer de las escuelas espacios seguros”.