Un agente de la Guardia Civil, que está trabajando en las labores de rescate que se están efectuando desde el pasado 13 de enero, ha hecho llegar una carta en la que explica cómo se siente ante la búsqueda de Julen. Además, aprovecha para poner voz a los cientos de personas que están trabajando para encontrar al pequeño lo antes posible.
A lo largo del escrito, el voluntario señala que todo el equipo que está participando en el rescate está recibiendo el cariño y el apoyo de toda España.
El contenido
Emotivo y cargado de esperanza. El mensaje que lanza el agente en su carta a los medios es una clara intención de “dar testimonio del lado humano de lo que está ocurriendo”. Además, señalan que el suceso “está pasando muchos límites”.
Se trata de un profesional que vive en una zona cercana al lugar en el que han acontecido los hechos. “Fui uno de los que abandonó a su familia con el plato en la mesa”, comienza señalando. “No me esperes ni para cenar, esto va para largo”, le comunicó el agente a su esposa tras conocer la desaparición de Julen.
Desesperación familiar
“Se me estremeció el corazón al tratar con los primeros minutos de desesperación de los familiares”, señala al recordar los primeros instantes en la zona. Para la búsqueda, que se está realizando desde hace aproximadamente 10 días, se ha hecho todo un despliegue de unidades de élite de la Guardia Civil.
Un trabajo coordinado que, a su juicio, “es todo un ejemplo de profesionalidad”. Destaca que entre todos se buscaban opciones y “se fabricaban inventos” para llegar a Julen lo antes posible y de forma segura.
Ánimos entre compañeros
Los compañeros se apoyaban entre ellos cuando los días se sucedían y no había resultados. “Aquí no vamos a parar hasta que lo rescatemos, eso está claro”, se decían entre ellos. Finalmente se ha tenido que diseñar toda una obra de ingeniería para el rescate.
En la carta también describe el cambio en la actitud de los padres. “Desde la absoluta desesperación, hasta una calma sosegada que se convierte en ejemplo”, destaca el Guardia Civil.
Un mensaje de esperanza
Once días después de la caída del pequeño al pozo, el agente manda un mensaje de esperanza a todos los que están pendientes del rescate del niño. “No encontramos con el cuerpo cortado, pero con el corazón intacto y voluntad nos sobra”, describe el agente.
La labor de los voluntarios también ha sido fundamental en todos estos días. Han colaborado con comida y bebida para todos los profesionales que trabajan en la zona. Termina el escrito señalando que todo el equipo de rescate “jamás parará hasta devolver a Julen a sus padres”.