El 14 de junio de 2017, un incendio provocó la muerte de 72 personas en un rascacielos de Londres (Reino Unido), la trístemente célebre Torre Grenfell, en el barrio de North Kensington. La tragedia dio la vuelta al mundo y el escándalo fue mayúsculo cuando se supo que el edificio no cumplía las normas de seguridad y que la gestión de la catástrofe por parte de los servicios de emergencia fue muy mejorable.
Ahora, un año y medio después, el planeta se vuelve a estremecer al conocerse la espeluznante llamada telefónica de una joven que pereció en el incendio despidiéndose de su madre de forma dramática minutos antes de ser engullida por las llamas.
"No quiero que escuches mis gritos"
"Me duele por vosotros mamá, pero voy a cortar. No quiero que escuches mis gritos cuando esté muriendo". Esta fue la despedida que Gloria Trevisan, una chica italiana de 26 años, dedicó a su madre, Emanuela Disaro, antes de morir junto a su novio, Marco Gottardi, de 27 años.
La historia la ha revelado la propia Disaro, después de aportar esta información en el proceso judicial abierto para investigar a los responsables de la catástrofe.
"El fuego ya está aquí"
"Gloria me llamó cuando las llamas avanzaban. Me dijo: Ahora me tiro por la ventana, te juro que el fuego ya está aquí, en el comedor. No puede ser el fin, no puedo terminar así", ha explicado la madre de la víctima.
Disaro trató de convencerla de que no lo hiciera: "No, no lo hagas, pásame con Marco, pero él estaba hablando por otro móvil con su padre. Y después, mi hija dijo las últimas y terribles palabras que escuché de su boca: Me duele por vosotros, mamá, pero voy a cortar. No quiero que escuches mis gritos cuando esté muriendo".
Estado en el quedó la Torre Grenfell tras el incendio
"Adiós mamá, corto"
La madre continuó: "Me dijo que sólo quería desmayarse y no sentir nada más. Y me rogó que estuviéramos fuertes después del final".
Y sus últimas palabras fueron: "Adiós mamá, corto. Ahora quiero estar junto a Marco". La llamada duró 22 minutos.
Investigación
Los expertos apuntan que el revestimiento colocado en la fachada estaba compuesto por un material inflamable que convirtió el edificio --de protección oficial y en el que vivían medio millar de personas-- en una trampa mortal.
También ha habido duras críticas al operativo de rescate, que recomendó a los residentes que no saliesen de sus apartamentos cuando el fuego ya estaba descontrolado.