La modelo británica Chloe Ayling estuvo secuestrada durante seis días el pasado agosto de 2017 después de ser drogada por un supuesto fotógrafo que pretendía venderla como esclava sexual si no pagaba 300.000 euros de rescate. La joven, de 20 años, cuenta su historia después de ser liberada en la que utilizó una estrategia clara. "Cuando me di cuenta de que comenzaba a gustarle, supe que tenía que usar eso como ventaja".
Los hechos ocurrieron en Milán, Italia. Su secuestrador, Lukasz Herba, de 30 años, engañó a Ayling con la promesa de una sesión de fotos. Al encontrarse, le inyectó ketamina, la desnudó, esposó y la metió en el maletero. Condujo casi 200 kilómetros hasta una granja y allí le dijo que iba a ser vendida como esclava sexual. El individuo no era un secuestrador al uso, sino que mostró interés por ella. Le preguntó si podía besarla y si algún día podrían tener una relación.
"Pensé que esa era mi oportunidad de escapar", dijo Ayling. "Una vez que vi su reacción ante la posibilidad de una relación en el futuro, el comenzó a actuar con entusiasmo y estaba muy ansioso, siempre hablando de eso. Su respuesta me hizo pensar que tenía que seguir fingiendo".
Liberada
Tras varios días retenida y una vez le explicó al ya condenado que no tenía ese dinero para pagar su rescate, el secuestrador la entregó al consulado británico de Milán. Antes de entrar, varios testigos les vieron reír y tomar un café. Puede parecer extraño, "¿pero por qué serías distante con la persona que está comenzando a sentir algo por ti y está confiando en eso para liberarte?", explicó la joven. "Tuve que hacer todo lo posible para que se enamorara de mí".
Su secuestrador fue condenado el junio pasado a 16 años y nueve meses de cárcel después de un juicio en un tribunal de Milán. En su defensa, Herba dijo que conocía a Ayling de antes y se había enamorado de ella. Aseguró que quería crear un escándalo para ayudarla en su carrera como modelo y así obtener publicidad. "Todavía no entiendo del todo cuál fue su motivación", contó Ayling a la BBC. "No puede ser solamente dinero, porque me elijo a mí y me agregó a Facebook hace dos años, es como si me hubiera estado persiguiendo todo este tiempo. Debe ser una obsesión".
La modelo ha concecido varias entrevistas a medios. Reconoce que pasó miedo, de quizás nunca más volver a ser libre, pero afortundamente lo consiguió.