La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a seis años de prisión a un hombre que dio una paliza a un vigilante de seguridad de un supermercado en enero de 2014. La víctima, de 51 años, perdió al visión de un ojo debido a los puñetazos recibidos por parte del agresor.

Al parecer, el condenado reprochó al vigilante su actitud porque se sentía demasiado vigilado. Fue entonces cuando empezó a increparle. La Policía Nacional tuvo que intervenir y logró que el cliente, acompañado por su mujer y su hijo, abandonara el supermercado. Pese a que abandonó el establecimiento, el agresor esperó en su vehículo al vigilante hasta "las dos y media de la madrugada" y lo "persiguió con su coche al vigilante, que se dirigía a su domicilio".

Agresión fuera del local

La víctima se percató de los hechos y le pidió que dejarla de seguirle. Fue entonces cuando perpetró la agresión. Le tiró al suelo y le asestó varios puñetazos en la cara. Como consecuencia de la agresión, sufrió una fractura nasal, por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, así como un desprendimiento de retina, que le ha supuesto la incapacidad permanente para ejercer como vigilante de seguridad.



La Sala considera que el agresor es culpable de un delito de lesiones agravadas por "haber dejado inútil un órgano principal", pero no se ha pronunciado sobre la indemnización que ha de recibir la víctima, que optó por reclamarla por la vía civil.