Cedella Roman es una joven francesa de 19 años que acabó en la cárcel durante dos semanas después de salir a correr. La joven viajó a la Columbia Británica, Canadá, en mayo. Una noche decidió salir a correr por la playa. La marea subió y decidió acercarse a un camino de tierra que recorría la costa.
Con unas vistas preciosas, decidió parar a tomar una fotografía antes de regresar al camino. Justo en ese momento, dos agentes de la patrulla fronteriza estadounidense dieron con ella. Sin querer había traspasado la frontera sin darse cuenta hasta Blaine, en Washington.
"Comenzaron a decirme que había cruzado la frontera ilegalmente y le dije que realmente no lo había hecho a propósito", cuenta Roman en una entrevista con Radio-Canadá.
Detenida por inmigración ilegal
Pese a que parezca imposible, la situación empeoró. La joven pensó que recibiría una multa o una advertencia, pero sin documentación y con apenas su ropa de correr vio que todo estaba por empeorar.
Los dos agentes detuvieron a Roman y fue enviada al Centro de Detenciones del Tacoma Northwest, una prisión de inmigración privada en el estado de Washington a 220 kilómetros del lugar donde la encontraron. Una vez allí, explica: "Me pidieron que me quitara todas mis pertenencias personales, como mis joyas, me registraron en todas partes. Entonces entendí que se estaba poniendo muy serio y comencé a llorar"
15 días hasta verificar los papeles
La joven recuerda que estuvo en una habitación con otras 100 personas. "Estuvimos encerrados todo el tiempo y en el patio había alambres de púas y perros" y añade: "Ver a personas que venían de África y de otros lugares encerradas por tratar de cruzar la frontera, puso mi experiencia en perspectiva".
Cedella usó su llamada para pnerse en contacto con su madre, que llegó al centro de detención con el pasaporte y el permiso de trabajo de su hija. Pese a que tenía los papeles en norma, no pudieron dejarla ir hasta que las autoridades de inmigración canadienses confirmaran que se le permitía regresar al país. 15 días después Canadá autorizó de nuevo la entrada.
Tras dos semanas entre rejas, la joven pudo regresar al país nórdico el pasado 6 de junio. Los funcionarios de inmigración en ambos lados de la frontera se han negado a hacer declaraciones sobre el caso, citando cuestiones de privacidad. Un portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos mantiene y apoya la actuación de losa gentes y ha asegurado que cualquier persona que cruce al país fuera de un puerto de entrada oficial viola la ley y por tanto, será procesado en consecuencia.
"Esta regulación se aplica incluso si el individuo afirma haber cruzado inadvertidamente la frontera", indica un comunicado.