Salvamiento Marítimo realizó el pasado fin de semana una actuación cerca del puerto de Valencia que se salía de lo normal. Los agentes acudieron a la llamada de un grupo de jóvenes que estaban en una embarcación que se había empezado a hundir. Al llegar al yate siniestrado, la sorpresa fue mayúscula.
A pesar de que habían sido avisados de que sólo podían subir nueve personas, pero los ocho jóvenes habían invitado a una docena de acompañantes femeninas. Explicaron que estaban celebrando la despedida de soltero de uno de ellos y que desde el principio habían pensado en una fiesta en alta mar.
Denuncias cruzadas
Música, alcohol, drogas, etc. la celebración que habían preparado era, en un principio perfecto. Pero no habían tenido en cuenta uno de los principios más básicos de la navegación. Que el tamaño del yate alquilado no estaba preparado por esa multitud. De hecho, ni siquiera sabían cómo tanta gente puso subir al barco.
El propietario del yate ha sido denunciado por la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante. Se le considera culpable de que hiciera aguas y que Salvamiento Marítimo tuviera que actuar. Aunque no se ha quedado precisamente de brazos cruzados. Ha iniciado acciones legales a su vez contra el grupo de jóvenes.
Multa destacable
La despedida de soltero puede acabar con una multa importante para los integrantes. Se les pide que asuman el coste tanto del yate que se ha hundido como el coste de la operación de emergencias.
Todas las personas que estaban a bordo del barco cuando se hundió fueron rescatados. No se tuvieron que lamentar heridos.